Una limpieza profunda
La mayoría de los chilenos aspiramos vivir en un entorno limpio, bello y seguro que nos permita compartir con la familia y amigos, anhelo al cual los penquistas no somos ajenos y que en estos últimos meses, ha incentivado a diversas autoridades regionales a desarrollar Marca Ciudad, plan que busca tornar a Concepción en una ciudad agradable para vivir y visitar. Este desafío no sólo pasa por el embellecimiento, sino también por construir una comunidad más inclusiva y menos desigual.
En este sentido, las personas en situación de calle que habitan en el odeón de la plaza son identificadas por parte de la comunidad como un problema en el paisaje, un escenario que nos incomoda y no queremos ver allí. Mediante el trabajo que realizamos, como Fundaciones Hogar de Cristo conocemos profundamente esta realidad, y por ello somos conscientes de las molestias que en algunos puede generar esta situación que se hace visible en distintos puntos céntricos de la ciudad.
Sin embargo, como incansablemente lo decimos, éste es un problema en donde todos tenemos un rol que cumplir. Debemos evitar caer en el prejuicio que los indican como personas violentas, ladrones, y focos de insalubridad, para finalmente terminar ignorándolos y esquivando su presencia.
Aunque suene un cliché, es una ardua labor que nos desafía como país. La pobreza, la desigualdad y la falta de oportunidades no sólo son tareas que les conciernen a las organizaciones de la sociedad civil. Tampoco basta con la entrega de recursos por parte del Estado para su solución. Para dar respuestas concretas que busquen restablecer y garantizar los derechos de quienes viven en calle, así como brindar reales oportunidades de inclusión social, es necesario el apoyo de toda la ciudadanía.
No buscamos que las personas en calle que pudieran cometer situaciones que afecten a otros no sean sancionadas, pero asociar delitos o asumir que todos los problemas que afectan a terceros en la plaza de Concepción, son exclusiva responsabilidad de personas en calle es un análisis equivocado, reduccionista y mezcla fenómenos distintos, estigmatizando a quienes hoy están en esa situación. La tarea que tenemos por delante es bastante compleja, pero si como sociedad ponemos de nuestra parte, podemos lograr obtener una ciudad que sea digna para todos los penquistas.