"Facholandia" le decían a la Facultad de Odontología de la Universidad de Concepción en la época en que el actual presidente de los dentistas, Jaime Acuña, estudiaba ahí, entre 1983 y 1987. A pesar de que era una época difícil para el país, "fue una de las etapas más bonitas de mi vida", recuerda nostálgico.
En ese tiempo Acuña ya se perfilaba como dirigente a nivel estudiantil, y recuerda lo marcada que estaba la universidad políticamente. "Hubo gente que nos apoyó desde la clandestinidad en el trabajo de formar movimientos gremiales y estudiantiles, para pararse en contra de la dictadura. Obviamente también había buena parte de los docentes proclives al gobierno militar, por lo tanto se generaban ambientes bastante tensos", cuenta.
GENERACIÓN PIONERA
Aunque Odontología era una facultad conocida como conservadora, su generación fue pionera en la lucha política. "Fuimos los primeros en hacer un paro en el nivel preclínico. La primera vez que Clínica paró, o que se tomó la Facultad en un paro de la FEC, fue mi curso. Fue una generación bastante radical. Creo que hubo un antes y un después de la generación del 83", rememora.
Una época que le dio el pedigrí para asumir años después la testera del Colegio de Cirujano Dentistas, que hoy, luego de la paralización de 2 días que hace poco lideró a nivel nacional, lo tiene negociando con el Ministerio de Salud (Minsal). Esto, porque este año el Ejecutivo acordó mejoras exclusivamente para los médicos. En un hecho inédito, ya que siempre se les había contemplado en conjunto con los químico farmacéuticos y los cirujano dentistas, en razón de que las 3 profesiones están cobijadas bajo la ley 19.664 que abarca a todos estos profesionales como un sólo grupo.
-La Ley 19.664 parte el año 2000 durante el Gobierno de Eduardo Frei. La pelamos en conjunto los 3 colegios profesionales. Médicos, dentistas, y químico farmacéuticos. Desde esa fecha jamás se había hecho alguna modificación sin el visto bueno de las 3 entidades. A partir de un error político basal de la ministra de Salud se pretendió hacer una división, que debe haber partido del cálculo errado de que los 2 gremios apartados iban a ser pasivos.
-No lo creo, porque el no incluirnos en el acuerdo con el Colegio Médico no da para un gran ahorro. Cuando se fijan esas políticas de recursos humanos, te das cuenta de que todo se maneja en la lógica comercial. Más que negociar con el Ministerio de Salud, me sentí negociando con un megaprestador o con el gerente de una isapre. El segundo error político del Ministerio fue asumir que nosotros no tendríamos la capacidad de movilizarnos y generar que la opinión pública se diera cuenta de esta discriminación. Todos hemos visto cómo la ministra se ha enfocado en disminuir las listas de espera, pero lo que no se sabe es que de ese millón 600 mil personas que esperan, 350 mil son pacientes odontológicos.
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-No somos tan amigos, aunque siento que deberíamos serlo. Hablé con el presidente del Colegio Médico, Enrique Paris, para hacerle ver que había sido un error que ellos negociaran por separado. Él reconoció ese error, y ya hemos sacado 2 declaraciones conjuntas entre ambas colegiaturas, dándonos apoyo mutuo en el sentido de que este es un tema que tiene que resolverse para todos. Por lo tanto, cuando el Colegio Médico negocia en privado con el Minsal, y 3 meses después saca una declaración en donde dice que apoya las exigencias de los dentistas, obviamente detrás de eso se está asumiendo el error.
-El paro generó una mesa de diálogo. Como nosotros contamos con el apoyo de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, el Gobierno no puede llevar a cabo el acuerdo que logró con el Colegio Médico. Para mediados de noviembre nuestra situación debería estar resuelta.
-En la última reunión que tuvimos entregamos nuestra propuesta bastante próxima a lo que ellos acordaron con el Colegio Médico, la están estudiando y esperamos respuesta a la brevedad. Si no hay acuerdo, repetiremos la movilización. Es una herramienta válida para generar las presiones si nuestros argumentos no son reconocidos.
FALTA DE PLAZAS
-Porque el Estado, que es el puente entre el profesional y el enfermo, no existe. Nosotros no tenemos un desarrollo fuerte de la red pública. La atención primaria está en déficit por lo menos en la mitad de sus dentistas. En 2014 Fonasa gastó más de 400 mil millones de pesos en copagos médicos, de ellos, los gastos odontológicos fueron cero. Entonces el tema no es económico, sino que a nivel de Estado entender que la salud bucal también forma parte de la salud integral. El chileno tiene que entender que la salud bucal también es un derecho .
-Para ser justos, en los temas preventivos y promocionales los Gobierno de turno han hecho un trabajo relativamente bueno. El tema es que producido el daño, la capacidad de respuesta del Estado es bajísima. En Chile existen programas dentales para embarazadas, para niños de 6 años, para estudiantes de 4º medio, y para adultos desde los 60 años, entonces el chileno que se pudo atender en el sistema público a los 18 años, recién se pudo volver a atender por Auge a los 60. Cuando sale al mundo laboral ya dejó de pertenecer al grupo prioritario, y si es hombre se fregó, y si es mujer mejor que se embarace para tener atención dental. Sólo el 1% de los chilenos que llega a los 70 años lo hace con todos sus dientes. En regiones es tan aberrante el tema, que si yo hiciera un Cesfam en Arauco, debería poner más dentistas por habitante que los que pongo en Providencia. Los consultorios rurales tienen 1 dentista por cada 5 mil habitantes.
-La creación del cirujano bucal es un reflejo más de la falta de estructura administrativa y sensibilidad del Ministerio en materia de salud bucal. El Minsal se preparó en este Gobierno para dar respuesta a las metas sanitarias que se propuso la Presidenta Bachelet. En ese contexto, cirugía bucal tiene que ver con los cuartos medios, chicos a los que necesitan sacarlos sin sus terceros molares, por lo que están generando un recurso para dar respuesta a las metas sanitarias. Lo grave es la potestad que se ha dado el Minsal para definir lo que se entiende por especialidad, porque ellos no pueden ser juez y parte. No pueden formar un especialista a partir de la nada. Y claro, una de las variables es que será un profesional más barato para el sistema público.