Inauguran plan de Agua Potable Rural que abastece a 300 familias
"Hay gente que ha llorado cuando le han puesto el medidor en sus casas. A ese extremo. Gente que aquí en Los Temos dependía totalmente de camiones aljibe y les daban 300 litros para la semana. ¿Qué hace una familia con eso? Era terrible". Así graficó José Luis Vázquez, presidente del Comité de Agua Potable Rural (APR) del sector, el cambio que significa la llegada del programa en zonas rurales de Santa Bárbara y Los Ángeles, cuya inauguración oficial está programada para hoy.
En enero se puso la primera piedra para la construcción de este APR, que por ahora es el más grande de la Región y uno de los más importante en el país. La iniciativa tuvo una inversión de $1.048 millones, provenientes del Ministerio de Obras Públicas y fue ejecutada por la Dirección de Obras Hidráulicas.
Se trata de una captación desde una napa subterránea, a 45 metros de profundidad en el sector de Mañil Bajo, comuna de Santa Bárbara. El agua es impulsada con moto bomba hacia una copa en altura, desde donde se distribuye a las comunidades.
El proyecto resulta bastante simbólico, considerando que en la Región hay unas 42 mil familias que se abastecen de agua a través de camiones aljibe. Más aún si, como mencionó hace unos días Ariel Durán, encargado regional de Recursos Hídricos, la meta para el próximo año disminuir en un 30% la cantidad de personas que usa este sistema.
MATERIALIZACIÓN
Si bien su puesta en marcha estaba contemplada para enero de 2016, las obras terminaron antes, por lo que esta vital infraestructura comenzó a operar en julio de este año.
Vázquez comentó que "la gran mayoría está feliz, aunque hay algunos que todavía quieren que todo sea gratis. Lamentablemente el regalo del Estado llegó hasta el medidor no más y ahí nos queda autofinanciarnos. Prácticamente toda la parte poniente de Santa Bárbara estará con el APR".
El que se materializara esta obra no sólo es un trabajo de la directiva del comité, sino también de los dirigentes de las poblaciones beneficiadas. "Hemos tenido una excelente colaboración con todas las juntas de vecinos, de los seis sectores. Más también por la necesidad que ellos veían de su gente, que estaba sufriendo con esto del agua en Las Obras, Mañil Bajo, Los Naranjos, Los Boldos, San Luis de Huingan, Los Temos", dijo el dirigente.
POR SOLUCIONAR
Si bien según las autoridades este APR puede llegar a beneficiar a unas 500 familias, en la actualidad suministra el líquido a unas 300, en tanto otras 50 no cuentan con las cañerías necesarias. Ello, porque según explicó José Luis Vázquez, el MOP está obligado a poner el medidor a una distancia determinada de la vivienda.
"El MOP, por Ley APR, debe colocar la llave a un metro de su propiedad. Un ejemplo es que se inició por la calle principal, supongamos Los Boldos, y le puso a un metro de la propiedad el medidor con agua. Pero la casa está a 400 metros de distancia y sobre esa distancia se tienen que arreglar los usuarios", detalló.
Vázquez aseguró que el alcalde de Santa Bárbara, Daniel Salamanca, habría mostrado interés por solucionar aquello. "El edil le ofreció a esta gente -que deben ser unas 50 ó 60 personas- ayudarlos con la cañería para llegar, pero aún no se ha concretado.
EL COSTO
Los APR son programas administrados por la comunidad, con un comité que vela por el buen funcionamiento de la infraestructura, pero todo ello tiene un costo.
Según los cálculos de los encargados, el APR de Santa Bárbara posee un costo mensual de unos $2 millones, "entre sueldos, contadora, el cloro, energía eléctrica, librería por la confección de boletas, bencina, petróleo y reparaciones de vehículos", detalló Vázquez.
Respecto al transporte, inicialmente la empresa que construyó el APR les dejó una bicicleta con la que se suponía debían supervisar los 50 kilómetros que tiene la conexión. No obstante, los dos operarios contratados prestan sus vehículos. De ahí el costo extra.
"Hay que hacerle mantención a los vehículos que justamente son de los dos operarios, y estamos abusando prácticamente de ellos. Lo menos que podemos hacer es hacerle mantención y poner gasolina", insistió el presidente del comité.
Sobre los recursos que se obtienen por entregar agua potable directamente a las casas, el dirigente explicó que "ahí es donde está la gran interrogante, ya que no están todos conectados".
Según Vásquez, el cobro por ley debió ser de unos $30 mil por cuota de inscripción por empalme, "pero el comité analizó que como es un sector que no habría pagado ni el 10%, mejor cobrar un cargo fijo que nos permita mantener el funcionamiento del sistema".
Pues ese cargo fijo quedó en una cuota de $4 mil, "y el metro cúbico a $350, que es más barato que en la ciudad, donde está sobre los $500. Con esa cifra nos hemos mantenido en funcionamiento prácticamente a raya", comentó.
Ahora bien, desde el comité se espera que cuando estén todos conectados el sistema mejore. "Ahí nosotros empezaríamos a capitalizarnos y comprar un terreno, hacer los locales como corresponde, comprar vehículos, tener un equipo electrogenerador para cuando se corta la luz y todo eso", recalcó.