Papel y productividad
Las más recientes tendencias sitúan a la digitalización como la piedra angular de cualquier innovación.
Este concepto ha cubierto variados campos, como la fotografía, el video y la música, además de textos y otros documentos. Dada su inmediatez, esta tendencia presenta una oportunidad inédita para cualquier industria.
Pero el ámbito de la impresión está lejos de esta realidad. El papel sigue ocupando un rol protagónico en una oficina, sin importar el tipo de negocio o la estrategia para generar valor. Ya sea por temas legales, cultura organizacional o desinformación, el papel sigue siendo la herramienta de trabajo preferida en diversos lugares.
Actualmente, el 90% de las tareas de una oficina están basadas en recolección y distribución de documentos en papel, información en cuya búsqueda los trabajadores ocupan hasta la mitad de su tiempo.
Las horas desperdiciadas pueden ser mucho mayores, si estimamos que una persona demora en promedio de 18 a 20 minutos en encontrar un documento entre la interminable cantidad de archivos que una empresa maneja.
El escenario es complejo, y la digitalización ha sido un elemento clave para destinar más tiempo a actividades que generan valor, restando minutos a la recopilación de archivos y otros aspectos que si bien son importantes, no resultan estratégicos.
El mundo análogo y el digitall suelen ser vistos como antagónicos, pero son complementarios, y hoy existen soluciones que rescatan lo mejor de cada uno, conectando a la perfección papel y documentos digitales, junto con lograr que la información no estructurada esté disponible en cualquier momento y lugar.
Con estos elementos, el imaginario de la oficina del futuro ya está disponible hoy, consumiendo menos papel y contando con la información cuando y donde sea requerida.