Hasta siempre "Jurel"!
"Hijo, espero que estés bien y nos vemos mañana". Son pasadas las 14 horas y Óscar Herrera se despide de su hijo, del mismo nombre, por última vez, minutos después de conversar distendidamente, planificar un viaje al campo para la jornada de hoy y manifestarle su alegría por el triunfo ante Lota Schwager del fin de semana.
Cuatro horas después, el "Jurel" daría su último suspiro a la edad de 56 años, luego de sufrir un paro cardiorrespiratorio en su casa en Hualpén y posterior muerte cerebral, mientras era atendido en el Hospital Higueras de Talcahuano.
Un Talcahuano que llora la partida de su hijo ilustre, símbolo indisoluble del puerto y con el "Ancla" de Naval en su corazón, al que defendió en la década del 70', del 80' y que hizo conocido por todo Chile. Además, Herrera vistió la camiseta de la "Roja" en 23 ocasiones, entre 1981 y 1989, anotando un gol.
En lo deportivo fue un puntero derecho implacable, con 158 goles en su curriculum, y nunca dejó de lado al equipo de sus amores. De hecho, hasta el día de ayer se desempeñaba como coordinador deportivo del "Ancla" y fue un referente para las nuevas generaciones que no lo vieron lucirse en cancha, pese a vivir los momentos más complicados en la historia del club chorero como su desaparición o descenso por secretaría en 2014.
"Muchas veces me pidió que volviera a Naval; que no dejara pasar la oportunidad de volver a Talcahuano, considerando que el me vio cuando llegué en 2008". El relato del arquero Manuel Reyes denota la sencillez y humildad con que se relacionaba con los más jóvenes.
De hecho, el "Peje" pudo compartir más allá de la profesión con Herrera, ya que lo unía una fuerte amistad con Óscar, uno de sus hijos, quien acepta conversar con El Sur en las afueras del Hospital Higueras, minutos después del deceso.
"Hablamos cerca de las dos de la tarde, nos pusimos de acuerdo para ir al campo y llevar algunas cosas mañana (hoy). Estaba muy contento y me pidió que lo fuera a ver. A eso de las cuatro, mi hermana me llama y me dice que encontraron a mi papá en el suelo en las afueras de su casa en Hualpén y atiné a ir a ver qué ocurría. Llegué cerca de las cinco y la ambulancia ya estaba en el lugar", cuenta su hijo, al mismo tiempo que acentúa el amor que Herrera sentía por su familia, en una proporción similar al amor que tenía por su "Ancla querido".
"Mi padre tenía un amor incondicional por sus dos nietas, Isabel (3 años) y Agustina (1 año). Las quería muchísimo", agrega Óscar, en medio de la tristeza en las afueras del recinto hospitalario, al cual llegaron sus familiares, compañeros de profesión, jugadores del plantel profesional de Naval, como Marco Moscoso, entre otros.
Además de la presencia del ex alcalde de Hualpén, Marcelo Rivera, quien se funde en un abrazo y una extensa conversación con Francisco, hermano de Óscar, quien se encarga de retratar el complicado presente del "Jurel" luego del deceso de su madre en junio pasado.
"Él vivió estos últimos meses con nuestra hermana en la casa de su mamá. Le afectó muchísimo eso", cuenta el "Jurelillo" como se le conocía.
Óscar Herrera falleció a la edad de 56 años pasadas las 18:15 horas y su partida deja un legado imborrable para toda la gente de Talcahuano y la familia del fútbol, que homenajeará al "Jurel" dándole su nombre a la tribuna oficial al estadio El Morro. Sus restos serán velados Iglesia Evangélica Bautista "El Redentor", ubicada en Finlandia 1566, Hualpén; el mismo lugar donde fue velada su madre. Madre a la cual tanto extrañó y con la cual se encontrará pronto.