Alta inflación
Una alta inflación del 5% en el último año está muy lejos del 3% anticipado desde el 2012-13 y 14. Está fuera de los rangos históricos y es un 67% superior al estimado, lo que constituye una diferencia extraordinaria que sólo puede dejar tranquilos a los afortunados que se ven beneficiados directamente por esa diferencia, en especial cuando los ahorrantes reciben de parte 3 de instituciones financieras por un mes, aproximadamente, un sexto, en comparación con los seis sextos que tienen que pagar los consumidores de créditos por montos similares.
Contrasta el 5% de IPC anual con una parte del mundo en que el aumento de los precios al consumidor han sido cercano a cero y es una lamentable derrota para quienes tienen la responsabilidad constitucional de tenerla bajo control.
Por ejemplo, si se hubiera anticipado hace dos años una inflación esperada promedio de 5% para el período entre julio 2014 - agosto 2015 es probable que el rango de la estimación hubiera estado entre valores menores y mayores a: 3% y 7% respectivamente, según métodos tradicionales. Cifras que probablemente nunca estuvieron en la mesa de los decisores y recomendadores.
Se puede suponer que entregar a la opinión pública un rango superior al histórico (3%) demostraría que se tiene más incertidumbre o se tiene más dudas sobre lo que será ese futuro. Pero, al parecer es menos costoso equivocarse en la anticipación, que sacar la cara por los errores de estimación, que anualmente significa transferencias inmensas de riquezas entre el estado, empresas y personas. Es posible que la pérdida de poder de compra de los chilenos represente una disminución significativa de la demanda.
Cuando se trata con temas de los futuros además también es normal que quienes se dedican a la consultoría de empresas recomienden diseñar planes alternativos o contingentes para enfrentar las diferencias que se van produciendo en el camino al futuro, de manera de aminorar el sonrojo de tener que dar explicaciones de los errores cometidos, en la mitad o al término del período.
Y si bien estos errores se producen en el campo de la economía, también se producen en el campo de la política, porque andar dando explicaciones sobre los errores que se han cometido en los últimos 17 meses, es una pérdida de tiempo y de recursos muy cuantiosos. Una alternativa habría sido aplicar los planes contingentes o situacionales a tiempo, que hubieran conducido a lograr los objetivos propuestos y, por lo tanto, a evitar tener que dar tantas explicaciones y exponerse a una evitable crítica. Categóricamente en esto, racionalmente hablando, o se sabe o se es un ignorante y este último estado es muy peligrosos, en especial cuando se tiene que tomar decisiones que afectan a tantas empresas y personas y sobre todo a los más desprotegidos del sistema y que involucran cuantiosos recursos nacionales del sector público y privado y las familias. No se puede olvidar que el decano de una importante escuela de economía de Chile pronosticó públicamente que Chile entraría durante el 2015 en recesión... mas en cambio, entró a modo inflación.