Durante la segunda semana de marzo de 2016, los 980 internos distribuidos en los 10 módulos que tiene el penal El Manzano deben estar en otros recintos penitenciarios de la Región, o incluso fuera de ésta. El motivo es que la cárcel debe estar deshabitada para que se ejecute el proyecto que busca reponer la infraestructura que fue dañada tras el terremoto de 2010.
Han sido diversas las fechas que se han entregado para que se termine el traslado de los reclusos que se encuentran en El Manzano. Primero fue en octubre y después en diciembre. No obstante, tal como lo expresó el director regional de Gendarmería, coronel Pablo Toro, y el seremi de Justicia, Jorge Cáceres, el MOP ya instruyó cuándo debería estar el recinto totalmente desocupado.
"El Ministerio de Obras Públicas nos dijo como fecha precisa para el inicio de obras el mes de marzo (segunda semana) de 2016", informó el seremi de Justicia, dando cuenta que el proceso de traslado debe finiquitarse antes de esa fecha.
En tanto, el director regional de Gendarmería explico que los diferentes aplazamientos se debieron a que las empresas interesadas en adjudicarse la obra solicitaron más plazo para realizar observaciones al proyecto, las que deben ser respondidas por la entidad mandante. Esta acción permitiría a las empresas seleccionadas intensificar estudios técnicos en terreno y presentar en noviembre de 2015 sus ofertas económicas .
La programación
A pesar que aún resta afinar algunos detalles del plan para trasladar a las personas privadas de libertad, existen ideas fuerzas de cómo efectuarlo. Una de éstas sería iniciar el desplazamiento con los internos que se encuentran imputados por un delito.
"En este proceso debemos trabajar con la Defensoría, el Ministerio Público y los Juzgados de Garantía, porque será este último el que decidirá dónde cumplirá su prisión preventiva. Por lo tanto, nosotros como Gendarmería tenemos que oficiar al tribunal, para que ellos, a través de una audiencia, autoricen el traslado de esa persona al recinto que le vamos a proponer. Ese proceso va a ser lento, pero esperamos que de aquí a noviembre quede definido", explicó el director regional de Gendarmería, quien aclaró que son 300 los internos que se encuentran en esta condición en el penal El Manzano.
En tanto, la población condenada sería trasladada en su mayoría a posterioridad de los que se encuentran en prisión preventiva, esto, a raíz de que la mayoría está en programas educacionales y laborales que tienen una extensión hasta fin de año o incluso hasta enero. "Esa población no puede ser trasladada en este período, sino que hasta que finalice ese proceso", expuso el coronel Toro.
De esta forma, el director regional de Gendarmería dijo que la reubicación de los internos tardaría cuatro meses, es decir, de noviembre a febrero. "El traslado de la población penal va a ser paulatina, para que el impacto a la unidad que llegan no sea demasiada", contó el coronel Toro, quien expuso que el movimiento será de 40 internos diarios, o cada dos días, y sería supervisado por la Unidad Especializada de Servicios Penitenciario (Usep).
La autoridad de la institución, además, expuso que se contará con el apoyo de Carabineros y Policía de Investigaciones (PDI) en los operativos que se realicen a otros recintos de la Región o fuera de éstas. También habrá efectivos policiales fuera del Penal Biobío, ante la eventualidad de que familiares de la población carcelaria se manifiesten en contra del movimiento de internos.
Cabe precisar que el Penal Biobío (El Manzano 2) absorberá cerca del 70% de reos que se reubicarán. En tanto, el resto será llevado a otras cárceles de la Región y del país.
AUMENTA CAPACIDAD
Actualmente, El Manzano tiene una capacidad aproximada de 1.200 internos y tras la inversión de casi $24 mil millones se aumentará a más de 1.500, ya que se habilitará el cuarto piso que hoy no es utilizado. Este trabajo permitirá mejores condiciones para la población penal, debido a que pasarán de estar en dormitorios colectivos -puede haber cuatro por módulos-, donde duermen aproximadamente 60 personas, a estar en celdas para un máximo de cuatro internos y donde habrá un baño en su interior
"Tendremos un menor riesgo de incidentes, de incendio y le entregaremos mejores condiciones a los internos y al personal", expuso el director regional de Gendarmería. Asimismo, comentó que también se intervendrá la guardia interna, central de alimentación y muro perimetral.