El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, arremetió ayer contra el Gobierno de Caracas y dijo que la revolución venezolana está en deterioro por problemas propios y no externos.
"No estoy destruyendo la revolución bolivariana... La revolución bolivariana se está autodestruyendo... a sí misma por sus resultados, no por cuenta de los colombianos ni del presidente de Colombia", aseguró el mandatario en un acto oficial.
Santos enfatizó que "los problemas de Venezuela, lo repito una y otra vez, son hechos en Venezuela, no son hechos en Colombia". Hizo hincapié en que, aunque la respeta, no está de acuerdo con la llamada revolución bolivariana del vecino país porque "no creemos que sea el camino más adecuado para satisfacer las necesidades del pueblo". Según dijo, no "hemos participado en un complot para destruirla".
De todos modos, en su intervención, el presidente agradeció y no negó el papel protagónico que ha tenido Venezuela en el proceso de paz que actualmente lleva adelante en Cuba su Gobierno con las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
Es la declaración más fuerte de Santos desde que hace tres semanas el Gobierno del presidente Nicolás Maduro ordenó el cierre de la frontera colombo-venezolana tras las heridas que presuntos contrabandistas les produjeron a tres miembros de la Guardia Nacional.
Unos 1.500 colombianos han sido expulsados de territorio venezolano y se calcula que entre 15 mil y 20 mil han salido voluntariamente de ese país por temor a represalias.
El martes, la canciller colombiana, María Angela Holguín, se reunió en Nueva York con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, para -según Bogotá- ponerlo al tanto de la crisis humanitaria que viven varios miles de sus compatriotas como consecuencia del cierre de la frontera y su deportación.
Tanto Maduro como Santos se han mostrado dispuestos al diálogo y a un encuentro entre los dos, pero no han concretado ni lugar ni fecha.
Una reciente encuesta de la firma Datexco dio cuenta de que el problema con Venezuela le ayudó a Santos a mejorar su imagen en el país. En efecto, el estudio arrojó que, en dos meses, Santos subió nueve puntos como consecuencia de los roces suyos con Maduro y de Colombia con Venezuela.