Disciplina positiva: la mejor estrategia para la crianza
Reprender a los hijos no es tarea fácil para los padres. La manipulación emocional, la falta de control y, en casos más extremos, la violencia, son algunos de los factores que no sólo afectan la disciplina, sino que también generan traumas y malas relaciones en la familia.
Diversas ponencias presentadas en la Convención Anual de la Asociación Americana de Sicología apuntaron hacia una "crianza positiva" y una enseñanza más constructiva para solucionar este problema tan común en los hogares, además de reconocer cuáles son los castigos menos efectivos.
La investigación actual señala que, en lugar de emplear la violencia o, por el contrario, caer en la manipulación, es importante dar espacios a los niños para que reconozcan el error que han cometido y de esta manera enmendarlo.
Robert Larzelere, perteneciente a la Universidad Estatal de Oklahoma (EE.UU.), asegura que las últimas investigaciones sobre técnicas de disciplina y crianza a menudo se polarizan, ya sea por el lado de la extrema violencia -maltrato infantil- o la falta de control de los padres por temor a generar trauma.
"Pero los programas de crianza para niños que son desafiantes, apoyados científicamente, han encontrado que los tiempos de espera y otros tipos de tácticas asertivas pueden trabajar si son administrados correctamente", explicó el especialista durante el simposio de la mencionada institución.
tácticas poco efectivas
Durante su presentación, Larzelere detalló una investigación en la que su equipo entrevistó a 102 madres que proporcionaron descripciones detalladas acerca de su forma de disciplinar para los niños.
Las mujeres reconocieron cinco recursos a los que acuden los niños cuando se enfrentan con los padres: golpear, gemir, desafiar, negociar o no escuchar. El llanto también es parte de la discusión.
Los padres suelen establecer compromisos con sus hijos: táctica eficaz para mejorar su comportamiento en el corto plazo, aunque no funciona de igual manera en todos los niños y adolescentes.
La táctica menos efectiva sería castigar quitando cosas como teléfonos móviles, computadores o retirando el módem para cortarles el internet. Esto no resulta si los niños son desafiantes y violentos.
segunda oportunidad
Otra exposición, presentada por David Reitman y Mark Roberts, detalló un estudio basado en hallazgos de la investigadora infantil Constance Hanf, donde la terapia de comportamiento infantil basada en "disciplina positiva" consiste en recompensar a los niños por buen comportamiento y utilizar técnicas como tiempos de espera.
"Permitir que el niño tenga una segunda oportunidad para cumplir con las instrucciones ofreciendo una advertencia por el incumplimiento ha demostrado ser beneficioso. El tiempo de espera durante el inicio de la terapia desciende y la eficacia se mantiene", indicó Roberts. "Con el tiempo, las instrucciones y advertencias se vuelven cada más eficaces, reduciendo la necesidad de espera en caso de incumplimiento".