Horas antes del Sorteo Final de la Copa Mundial Sub-17 de la Fifa Chile 2015, el seleccionador del combinado local Miguel Ponce transmitía calma. Una calma que, vale recalcar, mantuvo luego pese a que el destino puso en su camino a la tetracampeona Nigeria, a Estados Unidos y a Croacia, transformando al Grupo A en uno de los más difíciles de pronosticar.
Es que para Ponce lo peor había sucedido en marzo, cuando se hizo cargo de un equipo que venía de un duro tropezón en el Torneo Sudamericano de la categoría. La "Rojita", que participó de la eliminatoria pese a estar clasificada al Mundial como nación anfitriona, perdió allí sus cuatro partidos y terminó última, resultado que le costó el puesto a su antecesor Alfredo Grelak, quien llegó de la mano de Hugo Tocalli, jefe técnico de las divisiones menores.
Lo difícil, recalcó Ponce al sitio web de la Fifa, consistió en cómo tratar la pérdida de confianza de los jugadores respecto a sus propias capacidades. "Es complejo enfrentarlo a partir del fracaso, porque muchos piensas que el fracaso no es parte del proceso. Pero lo es, es parte del éxito, y lo usamos como herramienta. ¡Ellos ya saben lo que es perder! Si cuando volvieron les dijeron que no servían para esto".
- Al asumir hicimos hincapié en que los adultos somos nosotros, y ellos son niños. Los caminos que siguen son los que nosotros deseamos, y si algo no funcionó, es porque no les dimos las instrucciones correctas y quedaban cosas por corregir y entrenar", explica Ponce, haciendo gala de una autocrítica poco común para alguien que no fue parte del proceso en cuestión.
A punto de cumplir 44 años, y pese a tener apenas una experiencia previa como entrenador a nivel clubes, Ponce entiende el rol que le toca cumplir ahora como formador. "Si bien varios de los chicos que jugaron el Sudamericano no están hoy en el plantel, no quiere decir que no sirvan. Uno busca jugadores para una idea, y elegimos en consecuencia. Pero ninguno tiene el camino marcado", enfatiza.
"Para que todos entendieran el mensaje a los chicos les contamos ese cuento en el que dos niños jugaban en un lago congelado en Canadá, cuando uno pisó la parte delgada y cayó al agua fría. El otro buscó una piedra y golpeó la capa de hielo hasta abrir un hueco y rescatar al amigo. Al llegar los bomberos se preguntaron cómo ese niño había logrado algo así sólo con una piedra y sus pequeñas manos. 'Yo se los puedo explicar', dijo un anciano testigo de la conversación. 'No había ningún adulto que le dijera que no podía hacerlo'", confesó el seleccionador nacional.
DE LA IDEA A LOS OBJETIVOS
¿Cuál es aquella idea futbolística a la que apunta Ponce? "Un equipo que presione desde lo colectivo, no desde lo individual, porque enfrente tendremos rivales más grandes y veloces. El chileno por contextura no es rápido, pero técnicamente es muy bueno. Entonces quiero quitar pronto el balón para hacernos dueños. Algo parecido a lo que hizo la selección en la Copa América: dejó de apretar exhaustiva e individualmente bien arriba para hacerlo más atrás, pero con buen juego", explica el "chueco", ex volante que se retiró en 2006 tras una carrera de 17 años que incluyó 18 partidos con la "Roja", entre ellos en dos eliminatorias mundialistas.
La mención a la selección adulta pone otro tema sobre la mesa: ¿será su histórico éxito como local en la Copa América una fuente de presión extra para la sub-17?
"Depende. La gente no debería obviar los 10 años de la generación que terminó ganando el título. Ha sido un proceso: hubo un sub-20 (el de 2007), dos eliminatorias mundialistas, dos Mundiales, otra Copa América en el medio, y recién después llegó el título. Si olvidan ese camino será una presión negativa", responde.
Pero también está la otra cara de la moneda: "Lo positivo es tener referentes de un nivel máximo, con jugadores que, por ejemplo, ¡pasan del Juventus al Bayer Múnich! Son hitos que usamos para mostrarles a los niños que no se consiguieron porque sí: Medel con su fortaleza, Sánchez con su convicción, Vidal con su rebeldía, Aránguiz con sus cualidades... Los motivas como equipo y como individuo, pero sin olvidar que están en la etapa formativa".
Si bien la palabra "formativa" se repite como un eco interminable, Ponce no esquiva detallar sus objetivos de cara al Mundial: "Si tú no compites para ganar, no sirves para competir. Lo mismo que el sueño de ser campeón: si no lo tienes, jamás podrás construir el proceso. Pero sabemos que ahora hay equipos mejores. Sería muy importante pasar las dos primeras fases, porque después puede pasar cualquier cosa. Ponerse otro objetivo sería hacer como la gente y obviar el camino de este equipo".