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Caídas en personas mayores: ¿es posible prevenirlas?

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Varios factores afectan la movilidad y por ende la funcionalidad de las personas mayores. Factores que con el tiempo generan incapacidad y postración, acelerando el proceso hacia la muerte. Diversas investigaciones validan que el sistema nervioso central (SNC) de un adulto mayor, sin enfermedad específica, puede llegar en buena forma y a un nivel relativamente alto de capacidad a edades muy avanzadas. Además, un SNC enfermo conserva algunas características de neuroplasticidad (compensación neuronal) e incluso una terapia específica y apoyo familiar pueden potenciar su funcionalidad.

Vital importancia tiene el control postural para mantener el equilibrio en distintas posiciones y las diferencias con otros grupos etarios están en las estrategias corporales que se utilizan para conservar dicha estabilidad. Sí es sabido que, como proceso propio del envejecimiento, se ven disminuidas la capacidades sensoriales como la sensibilidad en la planta de los pies, la visión y la función global del oído medio, específicamente en su zona vestibular lo que influye directamente en la adaptación del control de la postura, por ende, en el movimiento y equilibrio. Eso hace que el adulto mayor sea proclive a las caídas.

Con respecto a lo anterior, estas caídas generan gran impacto. En el mundo es la segunda causa de muerte accidental y causa importante de enfermedad y dependencia en los mayores de 65 años; a mayor edad, mayor posibilidad de caer. Estos accidentes se producen mayormente en el interior del hogar, especialmente en el baño y dormitorio, y su principal consecuencia es la fractura, en especial de cadera y muñeca.

Es fundamental, a la hora del tratamiento terapéutico, conocer las causas y formas de prevención y realizar evaluación e intervención específicas con la finalidad de resolver este tipo de dificultades en los pacientes mayores.

Dentro de los factores desencadenantes están los intrínsecos, extrínsecos y iatrogénicos. Los intrínsecos son deficiencias orgánicas propias del sujeto tales como disminución de fuerza, alteración en la visión y dolor, sobre todo que impidan mantener el equilibrio o moverse correctamente. En los factores extrínsecos influye el medio ambiente, por ejemplo, baja iluminación, objetos o desniveles en el suelo, presencia de mascotas, muebles muy altos o muy bajos, pozas de aguas, sobre todo en la vía pública, y en muchos casos la falta de una ayuda técnica (como un andador o bastón), e incluso el uso de calzado inadecuado. Esos son los principales causantes del desequilibrio inicial, a lo que se suma que la persona mayor, en muchos casos, no tiene la velocidad ni fuerza necesaria para compensar este desequilibrio. Se deben considerar además los factores iatrogénicos como ciertos medicamentos, por ejemplo, sedantes y algunos analgésicos que producen inestabilidad y disminución del estado de alerta siendo eventuales potencializadores de una caída.

En resumen, la prevención es fundamental. ¿Cómo hacerlo? Se debe usar calzado cómodo con suela de goma y ojalá que cubra el tobillo, mantener el suelo despejado de cables u otros objetos, desplazarse por lugares con suficiente iluminación, realizar ejercicios de piernas para mantener la fuerza y la salud articular y, en el caso necesario, usar un bastón o andador que facilite la marcha y ayude al control del equilibrio, pues una fractura puede tener graves consecuencias.

Mejorar la escritura es posible con simples y prácticas medidas

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Escribir en papel se ha vuelto cada vez menos común con el uso masivo del computador y otros dispositivos tecnológicos que, claramente, facilitan la comunicación y hacen más rápido el envío de documentos.

No obstante, la calidad de la escritura puede decir mucho sobre una persona. Así lo afirma un equipo multidisciplinario del fabricante de lápices BIC Chile, que explica que al escribir bien no sólo se logran expresar aspectos íntimos, sino que se pueden abrir oportunidades en lo laboral e influir en el aprendizaje.

IDENTIFICAR FALENCIA

Pero, ¿qué hacer cuando no se está conforme con las habilidades de escritura? la clave es identificar cuál es el área a mejorar, tener paciencia y practicar.

El primer consejo es verificar qué tal es su letra. Esto, porque en el caso de los niños, afirma el equipo, una caligrafía deficiente puede estar dada porque algunos toman el lápiz de forma incorrecta, lo que afecta la velocidad y resistencia, dos elementos básicos para una buena calidad de escritura.

En el caso de los adultos, aunque la postura tiene incidencia, el principal enemigo de la caligrafía es la velocidad al escribir. Es que escribir muy rápido distorsiona la letra, volviéndola, a veces, indescifrable para el resto. Por eso, la recomendación es no apurarse al escribir.

La ortografía es otro aspecto a considerar, pues si bien hay quienes desconocen la diferencia que existe entre "hay", "ahí" o "ay", o que no valoran la utilidad de la tilde o lo trascendental que es usar correctamente las comas; los expertos aseguran que respetar las reglas ortográficas es fundamental, ya sea para encontrar trabajo o para aprobar un examen.

En ese sentido, el primer paso para mejorar la ortografía es retomar las enseñanzas recibidas durante la etapa escolar. Además, nunca es una mala idea apoyarse en un diccionario y revisar lo que se ha escrito.

Lograr ordenar las ideas al escribir puede ser también una dificultad. La buena noticia es que nunca es tarde para adquirir técnicas que permitan comunicarse de manera más eficaz. De hecho, redactar significa poner en orden, expresar las ideas de una manera organizada.

Por eso, antes de escribir, es útil pensar qué quiere decir para hacer un borrador posteriormente. Éste permite pulir la forma y contenido de la redacción antes de llegar a la versión final.

También es aconsejable escribir de modo sencillo y con naturalidad, usando párrafos breves, puntos a aparte y frases cortas.

Por último, los expertos sostienen que el mejor y más simple consejo para mejorar la escritura, además de escribir constantemente, es tener hábito lector, pues entre los beneficios de leer está que mejora la ortografía y amplia el vocabulario.