Hagamos algo, por favor
Todavía no paro de sorprenderme que sigamos como si nada pasara. Hace ya demasiadas semanas que los niños más vulnerables del país no tienen clases y nadie se da por aludido.
¡Es lo más parecido al smog! Todos saben que está y solo pocas personas se preocupan realmente del problema.
Esta situación ya es parte del paisaje y esto es lo realmente peligroso. Casi como que nos diera lo mismo esto. Total, yo diría que el 100% de los hijos de los que tienen la mayor posibilidad de hacer algo concreto, definitivo y eficiente, no están en paro.
Esto es un tema de incentivos. ¿Qué incentivos tienen los profesores para deponer el paro? ¿Qué incentivos tiene el gobierno de destrabar el conflicto? Ninguno, y menos ahora que no hay plata y que tendremos que priorizar.
Seguramente nos encontraremos que la priorización será al revés, es decir, plata para gratuidad parcial, luego total (si crecemos) y en el futuro, carrera docente. Justo al revés.
De verdad que pienso que no es necesario haber estudiado mucho como para darse cuenta que nadie en el gobierno se ha preocupado de la razón principal de nuestro deficiente sistema educacional primario y que tiene que ver con los profesores (y los profesores de los profesores).
Con esto me refiero a todos. Mucho se habla de inclusión y los profesionales de la educación diferencial y de educación temprana parecen ciudadanos de segunda categoría para este gobierno. Si la presidenta impulsó en algún minuto la educación pre escolar universal, ahora le da la espalda, siendo que incluso pueden llegar a ser más importantes en el desarrollo de un niño que todos los otros profesores que tengan.
Sigo asombrado de que nadie haga nada al respecto con el paro. ¿Cómo nadie ha dimensionado el daño que le producen a miles de niños, familias y al país?
Si a lo que apuntamos con la reforma educacional es a que terminen todos los jóvenes del país en este mismo escenario, lograremos haberle sacado definitivamente los patines a esos que iban avanzando muy rápido.