Muchos de los problemas de salud de los trabajadores se pueden explica con una rápida suma de factores: constantes cambios a los que está sujeto el mercado laboral, incremento de la competencia y aumento de las exigencias para las organizaciones.
Lo anterior puede generar en los trabajadores altos niveles de presión y propiciar la aparición de irritabilidad, sobreesfuerzo físico e intelectual y/o una tensión emocional, es decir, trastornos en los que el factor psicológico juega un papel determinante.
Las consecuencias de este tipo de afecciones son negativas tanto a nivel fisiológico como cognitivo, dado que incide, ya sea directa o indirectamente, en muchos aspectos de la vida de cualquier adulto.
En este sentido, Andrea Drago, psicóloga y analista de recursos humanos de la empresa Randstad (consultora de recursos humanos), señaló que la mayoría de las mencionadas situaciones son causadas por el ritmo de vida actual, el que provoca un estado de constante activación.
Es por esto que, a su juicio, las empresas deben ser capaces de conocer el nivel de satisfacción de los empleados y poder hacer una valoración de sus condiciones laborales.
"Promover la cooperación, la flexibilidad y el bienestar en general, deben ser prácticas habituales de las organizaciones, ya que si el empleado se siente cómodo y realizado psicológicamente, aumentará la calidad de su trabajo y la empresa incrementará su productividad", afirmó la especialista.
Asimismo, generar un entorno laboral saludable resultará, por tanto, beneficioso para ambas partes.
Por un lado el empleado mejorará su calidad de vida y, por el otro, la empresa tendrá mejores resultados en términos de rendimiento y productividad.
RESPETAR TIEMPOS DE OCIO
Uno de los desafíos es, entonces, lograr compatibilizar de mejor manera el trabajo y la familia.
Sobre este asunto, Drago señaló que la clave para prevenir el estrés y los riesgos psicosociales en las empresas reside en la organización y la gestión del trabajo.
"Es importante implementar técnicas como lograr organizar las responsabilidades, diversificar las relaciones laborales, recompensar a los trabajadores por un buen rendimiento, favorecer la motivación y la ambición mediante una mayor participación o establecer políticas que ayuden a los empleados a conciliar su vida familiar y profesional", aseveró.
Asimismo, la especialista de la consultora de recursos humanos subrayó que finalmente se trata d una responsabilidad compartida, debido a que a nivel individual el principal objetivo del trabajador debe ser encontrar el equilibrio entre estos dos ámbitos.
Algunos de los consejos que la psicóloga entregó consisten en seguir algunas pautas como planificar el tiempo, priorizar tareas y saber disfrutar del tiempo libre pueden ser la clave para alcanzar la estabilidad necesaria.
Otra de las recomendaciones de Andrea Drago tiene que ver con llevar a cabo un ocio activo, es decir, aquellos que inviten realizar actividades con cierta planificación u horarios predefinidos.
"Esta es una práctica recomendable para no perder el ritmo de vida al que se está acostumbrado, pero exento de las responsabilidades diarias", indicó.