Parlamentarios divididos por propuesta de voto obligatorio
Con una propuesta única que busca cambiar la palabra "voluntario" por "obligatorio", fue presentada una moción para modificar el artículo 15 de la Constitución chilena, el pasado 1 de julio. La propuesta fue hecha por el senador RN, Francisco Chahuán, con el objetivo de restituir la obligatoriedad del sufragio en el país.
A inicios de 2009, y con firma de la actual Presidenta que finalizaba su primer periodo como mandataria, se cambió el citado artículo, que pudo aplicarse dos años más tarde, con la promulgación de una nueva ley electoral. Pero, las cifras de abstención, cercanas al 60% en las últimas elecciones, impulsaron a Chahuán y otros parlamentarios a presentar la iniciativa legal que vuelve atrás una historia que ya cumple seis años (ver recuadro).
Uno de los patrocinadores es el senador PPD por Octava Cordillera, Felipe Harboe. "Siempre he considerado que los ciudadanos tenemos derechos y deberes. Puede ser impopular, pero uno de los deberes es participar y manifestar la voluntad a través del voto. Y si no le parecen los candidatos, si no le satisfacen las propuestas, puede manifestarse en blanco, que también es una forma de opinar", dijo.
Pero, no todos los parlamentarios en la zona están de acuerdo con la propuesta, por motivos que van desde lo político o la cantidad de reformas que hoy está impulsando el Estado, hasta la necesidad de esperar un tiempo más antes de evaluar tan negativamente la voluntariedad del voto.
DIFERENCIAS
El presidente de la UDI, Hernán Larraín, de visita en la zona -ver página 4 -, se manifestó de acuerdo con la voluntariedad del voto. Y aunque viene desde su propio bando, no consideró válida la moción de restituir el voto obligatorio.
Sin embargo, desde su mismo partido, el diputado por Talcahuano, Jorge Ulloa, sostuvo que jamás fue partidario de hacer del sufragio un acto voluntario, ya que considera la participación en elecciones una obligación. Pero hoy, existiendo la norma aprobada por una gran mayoría, aseguró que no está dispuesto a volver a cambiar la Constitución. "Que se quede la norma y tienen que asumir los que apoyaron esto", agregó.
Una opinión similar tuvo el senador por Octava Cordillera y del mismo partido político, Víctor Pérez, quien considera que las prioridades por estos días son otras si se trata de los partidos políticos y las elecciones. "La tarea es que las elecciones sean transparentes, que haya fiscalización, que exista un buen uso de los recursos públicos, que exista un Servicio Electoral sólido y fuerte", dijo.
"Eso debemos demostrar al país, no es momento de discutir sobre el cambio del voto voluntario a obligatorio. La abstención no es por la obligatoriedad del voto, sino por la falta de confianza. Cuando resolvamos eso, el otro tema podemos comenzar a discutirlo", sentenció.
Si se trata de la abstención, cabe mencionar que en la última elección presidencial, de un padrón de 13 millones 573 mil personas, sólo votaron 5 millones 694 mil electores. Una abismante diferencia con la presidencial de 2009, antes de implementarse el voto voluntario e inscripción automática: allí el padrón alcanzaba los 8 millones 385 mil electores y la votación efectiva fue realizada por 7 millones 203 mil de ellos.
NUEVA MAYORÍA
En la Nueva Mayoría también se manifestaron notorias diferencias respecto de la posibilidad de recuperar el voto obligatorio en el país.
Jorge Sabag, diputado de la DC, ya había apoyado la vuelta al sistema antiguo, a través de una reforma constitucional que restablecía la obligatoriedad del voto, ingresada el 24 de noviembre de 2011, y apoyada por 10 diputados de la época.
"Yo he sostenido que fue un error establecer el voto voluntario, porque se deslegitima la autoridad. Con el voto voluntario, en la última elección votó menos del 50% de los electores. Uno termina siendo un parlamentario con poca representación", explicó el DC.
Agregó que el voto voluntario permitió la compra de votos a través de premios o regalos, una entrada del dinero que, sostuvo, no debe suceder. De hecho, manifestó que con el nuevo sistema electoral proporcional aumentará la competencia y el dinero no debería tener tanta influencia.
El socialista Manuel Monsalve también espera que el nuevo escenario electoral permita centrar las candidaturas en las ideas y no en lo que calificó como marketing. No obstante, planteó que aún es muy pronto para evaluar la negatividad del voto voluntario, y puede ser contradictorio cambiar aquella norma.
"El cambio es reciente, sólo se han producido dos elecciones y no vale la pena terminar esta norma en este gobierno", sostuvo, aunque podría considerarlo a largo plazo.