El combustible que necesita nuestra región
La masificación del gas natural en la matriz energética nacional es una de las grandes metas definidas por el gobierno de Michelle Bachelet, un objetivo que también compartimos como empresa que presta el servicio de suministro de este combustible en nuestra región y que pese a los grandes atributos ambientales, económicos y de comodidad, presenta una muy baja penetración en todos los segmentos donde su uso es posible.
A nivel nacional, el gas natural representa sólo el 8% del total de la energía consumida en los hogares, versus un 59% de la leña. Igual contrasentido se aprecia en el sector del transporte, en donde participa apenas con el 1%.
Cuesta entender las razones de tan baja penetración, considerando las posibilidades y potencialidades que existen para desarrollar este mercado. Chile no sólo dispone de un suministro continuo y seguro del combustible, gracias a sus modernos terminales de regasificación construidos en la zona central y norte del país, sino además cuenta con una industria preparada para satisfacer los requerimientos de la población en términos de conocimiento técnico y de un servicio de excelencia.
Existen experiencias en nuestro país, como Punta Arenas, donde el gas natural es uno de los principales combustibles usado para transporte público y privado, además de ser utilizado para calefacción en hogares y como fuente energética de industrias, ejemplo cierto de los beneficios de este combustible, ubicando a esta comuna como una de las menos contaminadas de Chile.
Tenemos el convencimiento que nuestro producto puede aportar a la calidad de vida y bienestar de cada vez más personas de nuestra región. Estamos conscientes que la leña es un combustible de uso masivo en varias ciudades de Chile y que por su bajo costo es difícil de desplazar, pese a los graves problemas de contaminación que su combustión genera, afectando la salud de miles de ciudadanos. Sin embargo, también sabemos que esta barrera es posible de derribar, mediante la adopción de políticas públicas certeras y efectivas, como los planes de descontaminación que el gobierno está implementando en todas las capitales saturadas de la zona sur, como la comuna de Los Ángeles, que se ha visto afectada por diversos episodios de pre y emergencia ambiental u otras ciudades clasificadas como zonas Latentes, como lo son casi la mayoría que componen el Gran Concepción, donde el uso doméstico e industrial del gas natural aportaría al desarrollo sustentable de las ciudades.