Robos en el comercio
El comercio es uno de los sectores del país más afectados por la delincuencia. Según la Cámara Nacional del Comercio, Servicios y Turismo, un 43,1% de los establecimientos ha sido víctima de algún ilícito y de ese grupo, un 56,4% había sido atacado anteriormente. El estudio se realiza en las principales ciudades del país: Antofagasta, Iquique, Viña del Mar-Valparaíso, Santiago, Concepción-Talcahuano, Temuco y Puerto Montt.
A modo de ejemplo, los robos ocurridos a locales del centro de Concepción en las últimas semanas, a farmacias, tienda de modas, librería, entre otros, tienen preocupados a los comerciantes, que sienten que a pesar de los esfuerzos de Carabineros y del Municipio, los delitos avanzan más rápido.
Esto llama a la autoridad a redoblar los esfuerzos para reducir la delincuencia y los efectos que produce en la confianza de los locatarios. Un delito que se suma a otros y junto con afectar a comerciantes específicos en su patrimonio y su seguridad, también desalienta la inversión en ampliación de establecimientos como en la iniciación de nuevos emprendimientos. Y con ello, se limita el crecimiento de las fuentes de empleo, con lo cual el daño comercial tiene una notoria derivación social.
Por otra parte, es procedente el llamado a un mayor celo en la labor de la autoridad, tanto de las policías, que están bien evaluadas, pero especialmente los tribunales. Este punto es crucial pues la reacción judicial tiene por objeto sancionar y, a la vez, desalentar la reiteración de los ilícitos. Al respecto, otra cifra llama a la reflexión: el 83,3% de los afectados que denunciaron los hechos, de acuerdo con la Cámara Nacional, considera que su acción no tuvo ningún efecto.
Ese indicador se puede complementar con el que presenta la encuesta Adimark reciente, según la cual el 86% de la población desaprueba la tarea del Gobierno en la lucha contra la delincuencia.
Dentro de este cuadro negativo es cierto también que la comunidad en general, las personas en sus viviendas y los comerciantes en sus establecimientos, deben mantener medidas de autoprotección. En esa dirección, es valiosa la asociatividad entre vecinos, comerciantes y organizaciones ciudadanas, estableciendo sistemas de alarma y comunicación que constituyan un frente común de reacción ante la delincuencia. Es fundamental prevenir.