La voz penquista que ha hecho del jazz una pasión de vida
Pudo ser el rock, el soul, pero fue el jazz el ritmo que la conquistó cuando apenas tenía 11 años. A esa temprana edad Cecilia Gutiérrez escuchó a Ella Fitzgerald en un documental. "Me enamoré de su voz. No puede evitar querer escucharla nuevamente, hasta que le pedí a mis padres que me dieran un disco de ella, que me llegó de regalo de cumpleaños. Lo escuché y me aprendí todos los temas".
De esa anécdota que se dio de manera natural que, finalmente, es la mejor forma para conectarse con las expresiones artísticas, han pasado 18 años, tiempo en que la cantante nunca más puso desconectarse de la magia del sonido.
Y en específico del jazz, que pudo fortalecer gracias a la amistad que generó con el pianista Marlon Romero, figura central de la escena sincopada penquista, con quien compartió -recuerda- en una encendida jam en la academia que el músico fundó hace más de una década. "Me becó para estudiar. Esa fue la primera vez que canté jazz con músicos entendidos en el tema y no pude abandonarlo más", apunta, quien en forma paralela cursaba la carrera de Pedagogía en Educación Musical en la UdeC (2007-2011).
En todos estos años, que tampoco son muchos, la cantante penquista ha deslumbrado con su talento en escenarios locales y nacionales, como también internacionales (Córdoba, Argentina).
ERA LA HORA DEL DEBUT
Esa experiencia es la que este sábado, desde las 19 horas, pretende proyectar en Artistas del Acero con el lanzamiento de su primer disco, "Infusión".
"(El título de la placa) parte como un concepto aéreo y evaporado de la música, específicamente del sonido de mi voz. Además de una mezcla de muchos sonidos y estilos que convergen en una sola cosa al juntarse todos y que ascienden a momentos de libertad y expresión", señala Cecilia, quien actualmente se desarrolla como educadora vocal en Idam y en Balmaceda Arte Joven con un elenco de voces (es profesora de música en el colegio Mozart Schule).
Se trata del primer trabajo solista de la intérprete, quien suma participaciones en trabajos como el de Pablo Lara, según indica.
- Fueron escogidos como desafíos musicales, todos los compositores son iconos del jazz a nivel mundial (Thelonious Monk, Milton Nascimiento, Wayne Shorter, Paul Desmond y Chick Corea, entre otros). Ellos abrieron mis sentidos al escucharlos, me hicieron encontrar nuevos caminos para entender la música, la armonía y la profundidad del sentir al interpretar sus obras. Además, son obras muy complejas a nivel vocal, cosa que me hizo avanzar en mis cualidades interpretativas de improvisación.
Entre otros se escuchan obras imprescindibles como "Take five", "Body and soul", "Casa forte", "Footprints", "Vera Cruz", "Round Midnight" y "Cristal silence".
- Mi tema se llama "Vals para Amaru", un vals muy lento y dulce que compuse para mi sobrino pequeño cuando nació. La obra está puesta como un avance de lo que será la nueva etapa que se viene en mi carrera, ya que la composición siempre ha estado presente y creo que es tiempo de darle todo el espacio luego de este cierre en la interpretación de standards. Es una canción que tiene el lenguaje local y su tinte de jazz.
- Además de las maestras del jazz como Ella Fitzgerald, Carmen McRae, Sarah Vaughan, Anita O' Day ademas de otras. Hay cantantes contemporáneas que me han influenciado mucho como Dianne Reeves, Flora Purim, Leny Andrade, y algunas que no están directamente relacionadas con el jazz como Iva Bittova y Winanda van Vliet.
- Con el quinteto estamos cumpliendo tres años juntos, cosa que creo ha hecho que en la música se proyecte maduración, tanto por como hemos tocado en estos años como también en cómo nos hemos conocido al ser amigos. Ellos me han regalado una gran aventura. Son tremendos profesionales, talentosos, virtuosos, serios al trabajar y muy leales, siempre apoyando.