"Es eso contra lo que estoy, con que por llevar adelante una política que está construida detrás de un slogan, que es gratuidad universal, en la práctica significa que la plata de los más pobres termina pagándoles educación a los más ricos", afirmó el rector de la Universidad del Desarrollo (UDD), Federico Valdés.
Contrario a la gratuidad universal, Valdés también está por sacar el prejuicio de que en la UDD sólo van los más ricos: "En Concepción, que es donde partimos (como casa de estudios en 1990), tenemos unos 4.600 alumnos, de los cuales 3.100 son becados. Los financiamos con los aranceles más altos que cobramos en Santiago".
En entrevista con diario El Sur, el rector explicó que están a la espera de los detalles oficiales respecto de la reforma, para así dimensionar el impacto en su universidad.
-Absolutamente. Los recursos que hay para gastar en educación obviamente son limitados, y si se trata de conseguir el objetivo de mejorar la inclusión, hay que apoyar a los estudiantes que más lo requieren. Y donde se produce la diferencia más grande entre los ricos y los pobres es en las primeras etapas de la educación (la preescolar, preescolar básica y media).
La educación superior sigue siendo un privilegio, al que cada vez acceden más chilenos, pero sigue siendo un privilegio. Y los recursos, que son escasos, hay que ponerlos donde están los menos privilegiados.
-No, ese es un profundo error, porque los hijos de las familias más pobres no llegan a la educación superior. No es que no puedan pagarla, porque se les pueden dar becas, es que simplemente en su etapa escolar no alcanzan el nivel mínimo de conocimientos y capacidades que se requieren para entrar (a las Ues). Son alumnos que terminan sacando un puntaje PSU que no les permite entrar a ninguna universidad del país.
-Es que para eso habría que gastarse la plata en la etapa escolar. Por eso es que estamos poniendo la carreta delante de los bueyes. Si es que queremos que esos alumnos lleguen de verdad…
-Estoy en contra de construir el segundo piso antes que el primero. La educación superior es el segundo piso y los chilenos más pobres lo que necesitan, es que sus hijos puedan contar con una educación preescolar y escolar adecuada. Lo demás es una utopía para el Chile de hoy. Sostener que dando educación superior gratis se mejora la inclusión es una verdad a medias, porque al hacer eso se está dejando de gastar en la educación preescolar y escolar, que es donde de verdad se necesita.
-Es algo que no me queda bien claro. Creo que tiene que ver mucho con que los estudiantes de educación superior se han manifestado en forma muy abierta respecto de esto, que tiene movimientos bien organizados, son capaces de presionar a las autoridades. Y evidentemente, los alumnos de colegios no tienen esa capacidad de presión y sus familias tampoco. Y al final los gobiernos terminan muchas veces gastando la plata ahí donde reciben más presión, no donde de verdad corresponde.
Panorama interno
-En esta ciudad, Concepción, que es donde partimos, tenemos unos 4.600 alumnos, de los cuales 3.100 son becados. Tenemos un 50% de alumnos con CAE (Crédito con Aval del Estado)
-Por una razón que me imagino tiene que ver con la capacidad de presionar, influir, el ministerio ha decidido tener un trato más frecuente por el Cruch.
No sé cuánto de la reforma ha sido de verdad conversado con ellos, no tengo cómo saberlo, pero a nosotros simplemente nos han comunicado cómo va avanzando el proceso, nada más. No hemos tenido la oportunidad de poner nuestras opiniones sobre la mesa.
-Depende cómo sea el sistema. Lo que pasa es que al final estas políticas públicas, que son complejas de implementar porque introducen cambios profundos, no se pueden evaluar de verdad hasta que se conoce el detalle y muchas veces en el detalle es que los proyectos terminan siendo buenos o francamente malos.
-Lo que nos han dicho es que una vez implementado el sistema no habrá Crédito con Aval del Estado para nadie, y nosotros tenemos un poco más de la mitad de nuestros alumnos en Concepción con CAE. O sea, esta sede no podría subsistir sin el crédito.
-Tenemos un grupo de rectores con los que nos reunimos habitualmente y analizamos estos temas. Pensamos que la mejor solución sería que la gratuidad fuese para todos los alumnos, independiente de la universidad a la que asistan. Siempre se pueden establecer criterios objetivos para discriminar, como por ejemplo la calidad. Una universidad o instituto no acreditada podría quedar fuera.
Ahora, hay que tener cuidado, porque no hay ningún misterio en que hay varias universidades del Cruch de un nivel bastante precario, por decir lo menos. Dicho eso, debiera ser un apoyo a lo ancho de todo el sistema, para los alumnos más necesitados, y por ningún motivo financiarle la educación superior a los más ricos del país.
-Es que depende de cuántos recursos se quieran destinar.
-Hasta los más pobres pagan IVA, compran pan y pagan IVA. Hay que usar parte de esa plata para pagarle la educación a un hijo mío, por ejemplo, y me parece un despropósito cuando tengo la capacidad de pagarlo. Es eso contra lo que estoy, con que por llevar adelante una política que está construida detrás de un slogan, que es gratuidad universal, en la práctica significa que la plata de los más pobres termina pagándoles educación a los más ricos.