Un preacuerdo se firmaría hoy, lo que permitiría bajar la huelga de hambre que los ex presos políticos han extendido por 25 días en la Catedral penquista. Ese fue el trascendido de ayer a nivel nacional.
Sin embargo, los huelguistas de Concepción prefirieron mantenerse cautos y esperar a revisar el detalle de ese documento para decidir si finalmente deponían o no la medida de presión.
Así lo indicó uno de los voceros de los ex presos políticos en huelga de hambre en la capital penquista, Luis Moreno, quien informó que ellos no conocen cuáles son los acuerdos a los que llegó la mesa central de Rancagua con el gobierno.
"Si no se condice con lo que nosotros estamos solicitando, no nos vamos a unir a la baja de la huelga", aseguró.
José Mella, uno de los huelguistas, agregó que sería una burla que en el preacuerdo no se hablara de porcentajes concretos ni de ofrecimientos, sólo de mesas de trabajos. Es por esto que no descartó desligarse de la mesa central, en caso de no estar de acuerdo con lo que decidan ellos.
Moreno puntualizó que además del tema de las pensiones y del sistema Prais, ellos también están solicitando que los culpables paguen, "porque vemos que la mayoría nunca estuvo en la cárcel y los que sí, fue casi como un premio en recintos de lujo. Eso también es una burla a todo lo que nosotros sufrimos y eso tiene que cambiar".
Son cinco los ex presos políticos que continúan en huelga de hambre, uno de ellos proveniente desde Santiago, Gabriel Montalva, decidió continuar con la medida de presión en Concepción para así poder estar más cerca de su familia. Ayer se cumplieron 25 días de la medida de presión que comenzó con 10 huelguistas.