Si algo proyectan las palabras de Ximena Ramírez, Julio Muñoz y Gustavo Sáez, fundadores de la compañía Teatro El Rostro en 1978; es humildad, entrega y amor por las "tablas".
Años de escenarios, luces, aplausos y 35 obras estrenadas -20 de ellas infantiles- son argumento suficientes como para reconocer una labor hecha con pasión y convencimiento.
De ahí lo destacable que resulte para ellos, y especialmente la comunidad penquista, el reconocimiento que como compañía recibirán mañana los fundadores en Santiago.
En el marco del Día Nacional del Teatro el grupo será reconocido por la Plataforma de Artes Escénicas de Chile en honor a los 36 años de trayectoria de la compañía. "Se trata de una suerte de premio a la trayectoria y actividad permanente en los escenarios regionales, del país y el extranjero (...) También se destaca el trabajo por nuevas audiencias para el teatro y la preocupación por el público infantil", explican, quienes mañana compartirán este homenaje con el escenógrafo Sergio Zapata, del Teatro Nacional Chileno, por sus cuatro décadas de actividad.
En el organismo que motivó el premio al grupo del Biobío participan el Sindicato de Actores de Chile, Sidarte, Agrupación de Diseñadores Teatrales, Red de Salas, artistas circenses y de la Danza. Además, cuenta con el respaldo del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y su filial regional.
"Es motivo de gran satisfacción, por cuanto es un reconocimiento de los pares y se entrega en un una jornada en la que todos los teatristas celebran su día con diversas manifestaciones en todo el país", acotaron los galardonados.
Fue Andrea Gutiérrez, presidenta de Sidarte, quien hace diez días le comunicó la feliz noticia a Ximena Ramírez.
La representante teatral indicó que si algo debía destacar de El Rostro es la labor extendida por tantos años en torno al teatro. "Han pasado una importante cantidad de actores que destacan en diversos escenarios nacionales", resumió Gutiérrez, quien además destacó la permanente cartelera de la compañía, su interés en la formación de nuevas audiencias y de un semillero de actores.
"Aparte de poner en escena obras de la dramaturgia chilena, latinoamericana y universal, El Rostro se ha preocupado de acercar el teatro a los estudiantes y público menor", señaló.
AÑOS DE TRABAJO
Considerando los años de carrera, lógicamente los premios no han sido pocos. Sin embargo, los fundadores recuerdan con especial cariño algunos montajes.
"Por ejemplo, cuando la Universidad Católica de Chile nos invitó en dos oportunidades a su festival del Parque Bustamante con las obras 'Las brutas' (1983) y 'Sinchico el protegedor' (1993), o cuándo Juan Radrigán nos invitó al Teatro Camilo Henríquez, por una semana (1983), a representar nuestra versión de su obra (Las Brutas)", indicaron.
Gustavo Sáez sumó los reconocimientos otorgados a Ximena Ramírez: Premio Regional de las Artes Escénicas (2002) y Municipal de Arte en 2010.
- Pensamos que la fuerza y el ímpetu para seguir adelante en una lucha por mantener el teatro vigente, incluso, en una época difícil para el desarrollo de la cultura. Es una herencia de nuestros maestros en la Escuela de Teatro del TUC y en el TUC mismo, donde alcanzamos a trabajar como actores o técnicos. Siempre estaremos agradecidos de la formación que nos dieron maestros como Gabriel Martínez, Pedro de la Barra, Atahualpa del Cioppo.
- Nuestra preocupación ha sido mantener vigente el teatro a través de temporadas para público adulto e infantil y extender nuestra labor más allá de la sala de representaciones en la ciudad. Crear nuevos públicos entre los estudiantes, las comunas vecinas, presentación en festivales nacionales y extranjeros.
- Es una manera de responder al público que nos ha seguido a través de nuestra historia. Es satisfacer las necesidades que la ciudad requiere en actividades artísticas, entre ellas, el teatro.
- Nos hemos impuesto seguir con el teatro infantil, porque nos permite formar el público futuro para el teatro penquista. Lo hacemos desde nuestro nacimiento en forma paralela con las obras para adultos.
- Cuando vemos a los padres llevar a sus hijos, nos gratifica saber que lo que sembramos ha producido sus frutos, en cuanto a la formación de público. Eso nos permite seguir nuestro camino.
- Es óptima y nos mantenemos en constante comunicación. Tenemos un registro de los espectadores y les comunicamos cada novedad escénica.
- Contemplamos "El flautista de Hamelín" (sala de la Ucsc). En perspectiva tenemos "El gigante egoísta" y "El traje del emperador". Para adultos, está pendiente "Subiendo último hombre" de Isidora Aguirre, escrita para la compañía (en 2006) y una reposición de una obra de Juan Radrigán que tenemos en planes.