Messi y Barcelona dieron el gusto del mejor fútbol del mundo
POR C. OLIVARES/AGENCIAS
Barcelona y Bayern Munich jugaban un partido cerrado, de "dientes" apretados", esos que igual gustan al público y que bien pudo terminar igualado sin goles.
Pero en el Camp Nou, sólo uno podía destrabar el cotejo: Lionel Messi. El jugador argentino logró soltar amarras bávaras y con la genialidad que le caracteriza, puso a su equipo arriba en la serie ante los alemanes, dando un gran paso hacia la final de la Champions League en Berlín.
El argentino apareció en el momento justo, en el instante permitido para volcar un partido. En el minuto 77 agarró un balón a cinco metros del área, encaró y desde la entrada del marco mayor le dio abajo y a cobrar.
Hasta ese momento la gran figura del partido era el portero alemán Manuel Neuer, que había atajado todo lo que llegaba a su arco, incluido un impecable mano a mano a Luis Suárez.
Pero Messi está sobre el resto, incluso sobre los mejores del mundo y no conforme con su primer tanto anotó un segundo para el aplauso de todo el planeta. Tomó el esférico a la entrada del área, le movió la cintura a Boateng que cayó al piso en el movimiento y ante la salida de Neuer con una especie de "cuchara" deja sin reacción al golero germano.
Era el 2-0 y los aplausos para Lio que marcó la diferencia en un partido cerrado desde el inicio con un pobre trabajo ofensivo del Bayern que apostó más a anular al Barcelona que a armar su juego.
Pero había más y cuando el partido se iba, en el minuto 90, Neymar recibió un pase del propio Messi, entró solo y la puso bajo Neuer.
Era el 3-0 y el camino pavimentado a la final. Es que el 3-0 es difícil de remontar para el cuadro alemán, porque a pesar de tener equipo mostró poco y mucho respeto al conjunto español. Poco lo atacó y se preocupó más de anular que de armar.
La serie se define el próximo martes en Munich.