Lollapalooza: la esencia se mantiene más allá de la parrilla
Es imposible que un evento de la magnitud de Lollapalooza se mantenga por años sin que se dé alguna versión más baja que otra. Y es que no sólo el público ya cuenta con las experiencias de las cuatro versiones previas, sino que además está la dificultad para armar una parrilla cada año con figuras de primer nivel mundial.
Aún así el festival desarrollado este fin de semana en el Parque O'Higgins siempre tiene una amplia variedad de opciones para disfrutar de música en vivo de categoría mundial, desde Jack White a Robert Plant.
Sólo en los escenarios principales durante la primera jornada se podía pasar de The Kooks a Foster the People o St.Vincent. Claro que en este caso se trata de bandas del momento con hits radiales que concentra al público juvenil por sobre los melómanos más fundamentalistas.
Para ellos el panorama ideal era el regreso de Smashing Pumpkins, quienes consolidaron el prestigio logrado en la década de los noventa con un contingente de hits, un sonido potente y de primer nivel.
DESPLIEGUE DE SONIDOS
Lo anterior sigue siendo una de las características más valorables de la cita, que en esta versión congregó 72 artistas en escena. Aquel despliegue sonoro se lució con el cierre sabatino a cargo de Jack White, con una mezcla que fue desde el bluegrass y el country hasta un rock duro a fuerza de actitud. Anotemos, eso sí, que nuevamente estamos ante un nombre sin tantos pergaminos como para ser cabeza de cartel.
Ayer los seguidores del rock más clásico tenían opciones con aire de leyenda, en especial el ska y reggae de The Specials o la voz de Led Zeppelin, Robert Plant.
Si bien la cantidad de público ha sido menor que en los dos años anteriores (cerca de 60 mil por jornada), también se nota un mayor interés de fans extranjeros con bastante presencia de argentinos y peruanos.
Allí resulta interesante la posibilidad de difusión de artistas nacionales, aunque la mayoría ya los hemos escuchado en distintos locales de Concepción e, incluso, en el pasado festival REC, como pasó con los entretenidos Plumabits, López y Anita Tijoux
Y es que más allá de la opción de conciertos, Lollapalooza sigue siendo una actividad de tipo social. Tiene una variedad de opciones como una feria de productos alternativos, stands de organizaciones sociales, el escenario Kidzapalooza para ir en familia o sectores de marcas exclusivas realizando concursos de todo tipo. Al respecto, se agradece el creciente aspecto artístico visual, con exposiciones y ejecuciones en vivo.
PRENSA PRESENTE
Un mundo aparte es lo que se vive en el área de prensa, con periodistas de todo Chile y del extranjero compartiendo sus experiencias y presenciando la labor en directo de portales y radios como Rock and Pop (la emisora también estuvo en REC).
El pero es que tanto allí como en el resto del recinto hubo problemas serios de señal y conectividad, lo que posiblemente se deba al colpaso entre fotos subidas a instagram y actualizaciones de redes sociales.
También este año se impuso la moda de los bastones para selfies, lo cual ha sido prohibido en otros eventos internacionales por interferir feamente entre el público que va a las tocatas. En el Lollapalooza Chile también se notó aquello, aunque en el marco de un festival único y de nivel mundial, son datos menores que poco influyen en el goce de una experiencia ciertamente inolvidable.