Con los ojos de la inclusión
Cuando moría el año 2014 se entregaron los Premios Nacionales, máximos galardones que entrega el Estado a quienes se han distinguido y aportado al país en once disciplinas. Algunos son sumamente peleados y tras la designación por un jurado (que suele también ser muy criticado) siempre quedan resentidos que pensaban que lo merecían .
Estuve presente en la última ceremonia realizada en el Palacio de la Moneda y observé los cinco premios (es bianual) con los ojos de la inclusión, término muy actual, y muy usado en los discursos especialmente políticos. Y los premios cumplieron en los hechos: una mujer, dos académicos de regiones, un chileno en el exterior. La única mujer del selecto grupo fue la Dra. Ligia Gargallo González, Premio Nacional de Ciencias Naturales. Ex alumna de la Facultad de Química y Farmacia de la U. de Concepción, aún cuando su carrera académica y de investigación la realizó enteramente en la U. Católica. Es doctora en Química, experta en polímeros y macromoléculas. Su trabajo ha merecido premios internacionales y ha formado a generaciones de científicas.
Dos nombres que honran a las regiones. Valioso porque siempre la queja es que los premios se entregan con criterios centralistas. El profesor José Rodríguez Pérez, es porteño, ex rector de la Universidad Federico Santa María, el mismo plantel donde estudió y ha ejercido siempre.Es una de las eminencias nacionales e internacionales en el ámbito de la ingeniería eléctrica. Su trayectoria ha estado marcada por la actividad científica, académica y la formación de capital humano avanzado, siempre en el puerto principal.
Sergio González Miranda, Premio Nacional de Historia, estudió Sociología en Santiago, pero volvió a Iquique donde nació y ha trabajado en la academia y en la investigación. Es director del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad Arturo Prat. Su aporte en el ámbito de la historia y las ciencias sociales han contribuido al desarrollo de la historia regional del norte, del salitre y a la integración entre Chile, Perú y Bolivia.
Por los chilenos en el exterior, el galardón le cupo al músico León Schidlowsky Gaete, Premio Nacional de Artes Musicales, quien hace más de treinta años que reside en Israel. Su lejanía física no ha sido obstáculo para mantener una viva cercanía espiritual con el país donde nació. Se ha dedicado a la composición, la música electroacústica y a la gráfica musical.
Antonio Skarmeta, Premio Nacional de Literatura, nació en Antofagasta y es Hijo Ilustre de esa ciudad. Es el nombre más conocido por ser autor de una prolífica obra literaria .Un creador cultural reconocido en Chile y en el extranjero. Su novela "Ardiente Paciencia" llevada al cine como "El cartero de Neruda" alcanzó resonancia mundial.