Perfiles de competencias TI: un gran paso para un largo camino
El sector TI recibió una gran noticia, por primera vez la industria contará con 7 perfiles de competencias laborales con estándar internacional, que permitirán a los profesionales y técnicos informáticos del país certificarse de acuerdo a los verdaderos requerimientos del mercado, mejorando con esto la calidad de capital humano informático en las empresas y su respectiva inserción laboral.
Ello, gracias al esfuerzo de la Comisión del Sistema Nacional de Certificación de Competencias Laborales del Ministerio de Trabajo, ChileValora y la Asociación Chilena de Empresas de Tecnología de la Información (Acti), que junto a otras compañías del sector, levantaron estos perfiles con el fin de equiparar los procesos de reclutamiento y selección del capital humano TI.
La idea es que desde ahora, estos procesos pasen por criterios estandarizados y establecidos según competencias determinadas por organismos certificados y no basándose en aspectos curriculares formales, como sus trabajos anteriores o la institución de educación donde estudió.
Entonces, a partir de este 2015, a la hora de formar y requerir de un profesional o técnico TI, las entidades certificadoras y las empresas tendrán muy claro qué significa ser administrador de base de datos; diseñador de base de datos; desarrollador de aplicaciones de software; operador de mesa de ayuda; administrador de aplicaciones; mantenedor de redes e infraestructura, y tester de aplicaciones de software.
Es una gran noticia, porque nos convoca a ponemos de acuerdo sobre cuáles son las competencias relacionales y duras que implica cada uno de los perfiles. Cosa compleja, ya que hoy no hay distinciones comunes con respecto a qué se quiere decir cuando hablamos de analistas o programadores, por ejemplo.
A su vez, también nos compromete a tener un estándar en común sobre qué es lo que queremos como industria y sobre las competencias que vamos a necesitar para llegar a esto.
Además, es una clara señal para el mundo académico que deberá sintonizar sus programas formativos, definir sus mallas curriculares, contenidos y competencias mínimas para que sus profesionales salgan con algunas de estas competencias y así puedan tener un cupo en el mercado.
Pero por sobre todo, es una buena noticia porque ha permitido que comencemos a articular un sueño, un desafío en común entre lo público, privado, académico, instituciones sin fines de lucro, fundaciones, etc. Lo que sin duda, es un paso importante dentro de un largo camino.
Camino que tiene desafíos aún más altos como disminuir la escasez de profesionales TI en nuestro país, que según cifras de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnología de la Información (Acti) alcanza los 6 mil profesionales y técnicos, y acortar la brecha de calidad en la oferta y demanda de éstos.