Techo-Chile inició trabajo con voluntarios de "Aiesec"
Provenientes desde Argentina y Brasil, trece voluntarios de "Aiesec" llegaron a Concepción con el objetivo de realizar una labor conjunta con la sede local de Techo-Chile, a través del Área de Trabajo de esta fundación.
En total, serán seis semanas durante las cuales los jóvenes que son parte de esta organización global de voluntariado se unirán a las intervenciones que Techo tiene en trece comunidades pertenecientes a campamentos de Palomares (21 de Mayo) y Talcahuano (Las Algas).
Héctor Acuña, coordinador regional del Área de Trabajo de Techo, cuenta que durante esta semana la labor se enfocará en la planificación de los quehaceres junto a la adaptación de los voluntarios extranjeros, y desde el próximo martes (20 de enero) comenzará la intervención en los campamentos, durante las cinco semanas restantes.
POTENCIAR LABOR
Aunque es primera vez que en Techo-Biobío trabajan con esta organización, Acuña menciona que Techo tiene intervenciones en Argentina y Brasil, por lo que los jóvenes ya conocían la labor que realizan y se encuentran muy motivados con poder aportar en Chile.
Y la experiencia no sólo tiene motivados a los voluntarios de Aiesec, sino que también a quienes son parte de la Oficina Regional de Techo . "Es muy importante el trabajo que los voluntarios van a realizar acá, porque no sólo harán talleres con adultos, sino que también con más de treinta niños, ayudando a potenciar capacidades que para nosotros como fundación son importantes como el emprendimiento. Y esa es una de las cosas que más los tienen entusiasmados a ellos", plantea Acuña.
Además de los talleres de emprendimiento que realizarán los voluntarios extranjeros, Acuña cuenta que éstos serán parte de un importante trabajo de investigación durante el tiempo que permanezcan en la capital penquista, pues esperan poder desarrollar encuestas que permitan, a Techo, obtener información respecto a la situación laboral en la que se encuentran las familias.
Con estos resultados, explica, esperan adentrarse en la realidad y conocer las necesidades de las personas con las que trabajan, lo que permitirá mejorar las herramientas y el apoyo que puedan brindarles en el futuro.
VALOR AGREGADO
Además de potenciar el trabajo que la fundación realiza durante todo el año con las comunidades, para ellos es importante el intercambio cultural que se realizará con los voluntarios lo que, sin dudas, se transformará en un valor agregado para la labor futura. "Esperamos nutrirnos con la experiencia de trabajo que ellos tienen en distintos países, porque hay que entender que la pobreza es un problema que está presente en gran parte de Latinoamérica y no sólo en Chile", afirma.
En ese sentido, explica que la iniciativa de trabajar con "Aiesec" fue gestionada a nivel central (Santiago), pero que se derivaron los contingentes de voluntarios extranjeros según las necesidades, fue así como un grupo llegó a Concepción y otro al norte del país.
Es por lo anterior que el anhelo de Héctor Acuña, en representación de toda la fundación, es que este trabajo sea el inicio de muchas experiencias que les permitan ampliar las fronteras.