Construcción anota cinco meses consecutivos de caídas
El Índice Mensual de Actividad de la Construcción (Imacon) registró en octubre un retroceso anual de 1,5%, con lo que el indicador completó cinco meses seguidos con cifras negativas.
Según Javier Hurtado, gerente de Estudios de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), el resultado de octubre "ratifica el intenso proceso de desaceleración que experimenta la construcción y es consecuencia de la caída del empleo sectorial, de la demanda de materiales y de la actividad de contratistas generales, principalmente por el escaso inicio de proyectos de inversión productiva, en particular en las áreas de minería y energía, ambas muy incidentes en el gasto total en construcción".
Con la cifra de octubre el Imacon acumuló un alza de solo 0,4% en los diez primeros meses de 2014 en comparación con igual período de 2013, muy por debajo del 4,9% anual que registra como tasa promedio histórica de crecimiento.
Al mirar el análisis de los subcomponentes del Imacon, la Contratación de la Mano de Obra -corregida por los efectos estacionales y calendario- disminuyó un 0,8% anual en octubre.
Al respecto Hurtado señaló que "ello significó una pérdida de 5.000 puestos de trabajo en doce meses y un importante deterioro de su calidad, ya que si bien se incorporaron al sector 26.000 trabajadores independientes, se perdieron poco más de 31.000 empleos dependientes en doce meses".
En cuanto a la demanda de materiales para construcción, el Índice de Despachos de Materiales -que aproxima la demanda de materiales de obra gruesa- continuó descendiendo, registrando en octubre una caída anual de 20,7%, coherente con el bajo dinamismo de los despachos de cemento y barras de acero durante el mes.
En tanto, las Ventas Reales de Proveedores exhibieron en igual mes un crecimiento de 1,2% en doce meses.
Por el lado de la Oferta de Proveedores, descendió la producción de cemento y hormigón, así como de barras, rejas y rejillas de acero o hierro, y disminuyeron en el margen los inventarios de hierro y acero, lo que hace prever que la ejecución de nuevos planes de inversión continuará siendo insuficiente para reponer aquellos proyectos que actualmente concluyeron o se encuentran en su etapa de término de obras.
La Actividad de Contratistas Generales (Ccgg), en tanto, -medida en trimestre móvil desestacionalizado- retrocedió por segunda vez consecutiva (-1,5% en septiembre y -5,1% en octubre) y acentuó su desaceleración en el margen (-1,4% en septiembre y -2,5% en octubre), coherente con la caída en la actividad de movimiento de tierras, obras públicas y el menor desarrollo de obras civiles y montaje, ítem altamente incidente en la composición del indicador de Ccgg.
zona de contraste
En contraste con lo anterior, la aprobación de permisos para la edificación -medidos en m2 y expresados en promedio móvil de tres meses desestacionalizados- experimentó en octubre un avance de 48,3% anual y 5% mensual, consistente con la mayor superficie autorizada para la edificación habitacional y no habitacional (industria, comercio y establecimientos financieros).
Según el gerente de Estudios de la CChC, "el dinamismo experimentado por la superficie autorizada se explica, entre otros factores, por una menor base de comparación, ya que en 2013 ésta promedió una contracción de 26,6% anual. Otra explicación podría ser el agotamiento de permisos anteriores y la toma de posición futura, ya que los permisos pueden durar hasta tres años antes de su ejecución".
situación en regiones
El Inacor, que mide la actividad de la construcción en regiones, reveló que en la mayoría de las regiones la actividad continuó desacelerándose durante octubre, en línea con el deterioro del mercado laboral y los menores despachos de materiales para la construcción de obra gruesa.
De acuerdo con el gerente de Estudios de la CChC, Javier Hurtado, esta situación es coherente con el debilitado encadenamiento productivo hacia el sector, principalmente en la zona norte, debido a la maduración del ciclo de inversiones mineras realizadas en años anteriores, seguido por las menores iniciativas de inversión del sector energía y el efecto de bases de comparación más exigentes.
En la zona centro, los menores ingresos laborales reales y las mayores dificultades de acceso a crédito hipotecario han desincentivado la demanda por vivienda, lo que ha restado dinamismo al sector inmobiliario.
Mientras que en la zona sur, algunas regiones han empezado a contraerse, ya que gran parte de las inversiones se habrían materializado o se encuentran en su etapa de terminación de obras.