Consumo de energía
El aumento del precio de la energía tiene impactos globales en la economía nacional, afectando no sólo a las industrias sino también a los hogares. Esta es una de las conclusiones del reciente estudio de los economistas Vittorio Corbo y Agustín Hurtado, titulado "Causas y consecuencias del problema energético en Chile: una visión desde la macroeconomía".
El problema energético, dice Corbo, implica una pérdida acumulada de 18% en la inversión, de 9% en el consumo agregado, de 8% en el nivel de empleo y de 6% en el PIB de la economía para el periodo 2012-2019.
Un estudio similar realizado por la Universidad Alberto Hurtado, "Impacto del Costo de la Energía Eléctrica en la Economía Chilena: Una Perspectiva Macroeconómica", indica que los enormes cambios experimentados en el costo de la energía la década pasada podrían explicar el moderado desempeño de la economía chilena en ese periodo. En otras palabras, la escasez de oferta energética ha tenido, tiene y seguirá teniendo una influencia negativa directa sobre la competitividad de la industria, el empleo y la inversión.
A lo anterior, podemos sumar que los precios de la electricidad en Chile son unos de los más altos no sólo en Latinoamérica, sino que en el mundo, superando, por ejemplo, en un 60% el promedio para los países Ocde, según datos de la Sociedad de Fomento Fabril.
Si bien en la Región del Biobío no existen estudios específicos sobre la relación entre el aumento de precios energéticos y competitividad de nuestras industrias, sí crece la evidencia sobre sus efectos. Basta recordar el cierre de la planta de papel de Cmpc en Nacimiento y en algunas líneas de producción de CAP Acero, medidas drásticas traducidas en desempleo. La preocupación empresarial ha tomado forma en la Mesa de Grandes Consumidores de Energía, constituida recientemente al alero de Irade y la Asociación de Consumidores de Energía No Regulados (Acenor), con el objetivo de actuar como interlocutor ante el poder político, transmitiendo la urgencia de acelerar soluciones que permitan una mayor oferta.
El llamado a la clase política a actuar con responsabilidad cobra fuerza en un momento regional donde la visión de corto plazo podría entregar en bandeja el mercado industrial a los productos importados en desmedro de la producción local.