El hallazgo de los rieles olvidados
El desarrollo de una ciudad se puede entender tanto a partir de su forma de expansión, como del sistema de movilidad de sus habitantes. El reciente hallazgo de rieles durante la ejecución de la obra de repavimentación de boulevard Barros Arana, hizo a la comunidad penquista retroceder en el tiempo y valorar espontáneamente estos objetos que daban cuenta de la existencia de antiguos tranvías en Concepción.
De ahí que cuando el gobierno anunció para Concepción la extensión del Biotren hasta el terminal de buses de Collao, no estaba sino reeditando una solución de tranvía que existió en Concepción, ya desde fines del siglo XIX.
En 1885 se instaló el primer tranvía en Concepción, lo que era signo de modernidad, aún cuando los carros eran tirados por caballos. Se les llamó entonces, "carros de sangre". La red tenía un solo riel e iniciaba su recorrido en Pedro de Valdivia (Agua de las Niñas) y concluía en Edmundo Larenas, cerca de la actual Biblioteca de la UdeC. Luego, en la primera década de 1900, se los reemplazó por carros eléctricos, ampliando la red de recorridos. Las calles Comercio (actual Barros Arana) y Maipú fueron los ejes que sustentaron el transporte de pasajeros en una ciudad que miraba el futuro con optimismo. Incluso, el tranvía permitió unir eficientemente Concepción con Talcahuano, con un servicio que recorría Rengo hasta Ejército y desde allí, por el "camino de Los Carros", continuaba rumbo a la ciudad puerto.
Sin embargo, este modo de transporte, que dependía del sistema eléctrico, se vio seriamente afectado tras el terremoto de 1939, cuando se destruyó gran parte del tendido energético. Por tal motivo, los tranvías serían paulatinamente reemplazado por los autobuses. Finalmente, una huelga general de los trabajadores de los tranvías, en 1941, terminó por sepultar este sistema de transporte en Concepción, que más volvió a operar.
Varias ciudades en el mundo mantienen el tranvía como sistema integrado de transporte. En Europa se ha transformado en el sistema público único en ciudades como Berlín, Münich y Amsterdam, evocando imágenes de modernidad y eficiencia.
No hay duda que el sistema de tranvías es un sistema de transporte público atractivo, que no contamina y que probablemente seduzca a los automovilistas que terminen por preferirlo, lo que no han logrado los autobuses. Sólo se debe decir que es un sistema oneroso, y que su eventual implantación no puede realizarse al margen del desarrollo integral previsto para Concepción.
Los rieles encontrados bajo el pavimento del paseo peatonal hicieron que la autoridad edilicia decidiera mantener un hito conmemorativo en el mismo lugar en que fueron encontrados, para recordar la circulación del tranvía por la actual calle Barros Arana. También se extrajo con todas las precauciones dictadas por el Consejo de Monumentos Nacionales, un trozo de riel, para ser exhibido en la Galería de la Historia de Concepción. El resto de los rieles, quedaron a buen resguardo, en el lugar en que estaban. El hallazgo de los rieles olvidados termina por ser "un guiño" para recordar un sistema, otrora signo de modernidad, que perfectamente pudiera reinstalarse como un nuevo y eficiente sistema de transporte público para la comunidad penquista.
Ricardo Utz
Arquitecto
Asesor
Municipalidad de Concepción