Violencia contra la mujer
En el mundo, las mujeres de entre 15 y 44 años de edad, corren mayor riesgo de ser maltratadas físicamente o violentadas sexualmente en sus casas de que padecer cáncer o sufrir accidentes, según un Estudio del Banco Mundial.
La violencia contra la mujer puede ser de cuatro tipos: existe violencia física, sexual, psicológica y económica.
Por violencia física contra la mujer se entiende cualquier hecho que vaya contra la integridad de su cuerpo. Así, si se le propina una bofetada, tirón de pelo, empujones, zamarreos, puñetazos, patadas, quemaduras, es arrastrada, estrangulamiento, lanzarle objetos que la hieran, amenazarla con un arma o cualquier acto que atente contra su seguridad física, es una mujer maltratada. Esto no sucede sólo una vez, sino que es un acto continuo que cada vez adquiere mayor violencia por parte del agresor, aumentando en frecuencia e intensidad como una cascada y, a veces, terminando en femicidio.
La mujer que recibe agresión física consulta en Servicios de Urgencia cuando el caso es grave, muy pocas declaran haber sido agredidas por su pareja. Ante la pregunta del médico dicen que se golpearon contra una puerta u otro objeto; cuando la herida o lesión es localizada, cuando la golpiza es mayor y las lesiones son múltiples, responden que cayeron por las escaleras. Dependiendo estrato social, dicen que se golpearon con el auto o las pateó un animal (en sectores rurales), a veces es tanto el temor por denunciar que aunque la pregunta sea dirigida a si fueron agredidas, lo niegan. Recordemos que una mujer demora más o menos siete años en denunciar a su pareja, muchas veces llegan acompañadas de su agresor el cual ratifica que los hechos fueron así.
Por violencia sexual se entiende que la pareja o ex pareja la obliga o presiona a tener relaciones sexuales cuando ella no lo desea, o a realizar actos sexuales degradantes, que la humillen o no se sienta cómoda constituyen una violencia sexual puesto que se vulnera el derecho de la mujer a decidir libremente sobre su sexualidad.
Muchas de las mujeres que consultan en Atención Primaria de Salud (Cesfam, Consultorios) por patologías de Salud Mental como distimia, depresión, crisis de pánico, síndrome angustioso, han sufrido, en un alto porcentaje, agresión sexual, en este caso me refiero tanto a ser sometidas en reiteradas ocasiones a tener relaciones sexuales forzadas, o realizar actos de índole sexual degradantes .
Además, hay que entender que muchas de estas mujeres han sido violentadas sexualmente en su niñez por padres, pareja de su madre, hermanos mayores, tíos u otros familiares, incluso por más de un miembro de la familia, resultando a veces en embarazo en la adolescencia. Estas agresiones son calladas por su familia en la que la menor queda en la máxima indefensión, hechos traumáticos lo cual han tenido que superar solas y de adultas resultan en patologías propias de hechos cruentos que nunca fueron sanados.
Lorena
Salazar,
médico cirujano, especialista en
Medicina Familiar