Combate al terrorismo
El jefe del gobierno de España, Mariano Rajoy, ha confirmado ayer que enviará a su ministro del Interior, a colaborar con su par de Chile en la elaboración de planes para combatir el terrorismo en nuestro país. Éste fue uno de los acuerdos de cooperación que firmó con la Presidenta Michelle Bachelet.
Se recordará que el gobierno ha decidido invocar la ley antiterrorista en el caso de la muerte de Sergio Landskron, luego de que le explotara una bomba colocada en el barrio Yungay, de Santiago. Esta persona que vivía en situación de calle no tenía nada que ver con la colocación del artefacto y ha pasado a ser la primera víctima fatal de una bomba en la capital en casi tres décadas. La forma irracional en que murió nos recuerda lo grave que es la seguidilla de bombas sin culpables.
Para el Ejecutivo y para el Ministerio Público, se cumplen las condiciones para invocar esa legislación, al pretender provocar temor en la población y al morir una persona inocente. Ocurre esto en momentos en que el Gobierno trabaja en la redacción de una nueva ley antiterrorista que sea más eficiente para proteger a los ciudadanos.
Nada justifica la colocación de artefactos explosivos, como los que se han visto en los últimos meses en la capital. Quienes están detrás de esos ataques no tienen límites políticos ni éticos y en cambio están dispuestos a atentar contra inocentes en espacios públicos donde hay afluencia de personas, como quedó demostrado en los ataques en las estaciones del Metro, en Los Dominicos y en el área comercial de la estación Escuela Militar, donde hubo 14 personas heridas, caso en el que el Gobierno también invocó la ley antiterrorista.
La amenaza de atentados mediante explosivos persigue provocar pánico y temor en la población, con el fin de que ésta quede a merced de los terroristas. Los autores quieren también alcanzar notoriedad, alterar el funcionamiento de las instituciones, y poner en jaque a las autoridades y a la policía.
Se debe realizar todo lo que esté al alcance para encontrar a los responsables de estos ataques y para castigarlos severamente. España ha avanzado en el combate al terrorismo, y si puede prestar colaboración a Chile, debe ser bien recibida. Hay que hacer justicia con el fin de que la ciudadanía recupere la confianza, ya que hasta ahora esos atentados no tienen responsables.