Su tiempo lo copa con cuatro funciones asignadas por la Presidenta Bachelet, tras dejar el Senado en marzo de este año. En eso se ha empeñado, junto con apoyar las reformas que está impulsando la Nueva Mayoría. Se trata del ex presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle (DC), quien, a pesar de asegurar que sus opiniones no apuntan a responder sobre contingencia, de todas formas se da tiempo para explicar su visión política. Tanto del Chile de hoy, como del futuro.
Ayer estuvo en Concepción. El ex jefe de Estado participó en tareas que tienen que ver con su rol de embajador plenipotenciario en el Asia Pacífico y la firma de un tratado de colaboración entre China y la Región del Bío Bío. Entre otras cosas, uno de los proyectos estrella de su camarada intendente regional, también DC, Rodrigo Díaz. "Sobre la contingencia no me voy a referir, menos como ex presidente, porque no tengo rol de andar juzgando a los actores políticos o sociales", dijo inicialmente. La lectura es que, bajo esa condición, cuestiona las apariciones de lleno en política del ex presidente Sebastián Piñera.
"A mí lo que me corresponde es colaborar con el gobierno y en tres aspectos fundamentales. Primero, la Presidenta me nombró embajador de Asia Pacífico y en eso trabajo con orgullo y de manera intensa. Es una gran oportunidad para Chile y, hoy, para la Región del Bío Bío", agregó el mismo Frei.
diversas funciones
Terminado con lo que tiene que ver con su quehacer de hoy, el ex primer mandatario dijo que "la cuarta tarea que tengo es la representación de Chile, ante la demanda de Bolivia, en la que he sido recibido por el Vaticano y altas autoridades de Italia, donde visité diversos tipos de plantas energéticas". Añadió que "esas son mis tareas y quiero que al país le vaya bien. Le va bien cuando hay diálogo y cuando hay capacidad. El ejemplo de la Reforma Tributaria, en que se produjo un amplio acuerdo en el Congreso, es la manera. Creo que el país tiene que asumir las tareas de Estado, que son por generaciones. La Reforma Educacional, Laboral o Constitucional son proyectos de gran envergadura y que durarán por varias generaciones, por lo que en la medidas de que haya un mayor acuerdo, hay que encontrarlo".
En ese sentido, se remite, como ejemplo, a un proyecto de reforma laboral que presentó el año 1999. "Me insultaron y dijeron que era el colmo. Bueno, han pasado 15 años, y 24 años desde 1990, y nunca ha habido el tiempo para hacerla y hoy llegó el momento para ello", dijo.
-Nunca es momento para hacer ninguna reforma. No hay momento para hacer cambios tributarios. El gobierno de Piñera mandó una reforma tributaria, que terminó en una mini reforma de mil o quinientos millones de dólares. Después, en el Senado, sacamos un acuerdo para el royalty que no estaba considerado en ese proyecto. Por lo tanto, si se hacen grandes acuerdos como es el caso de la Tributaria, ojalá ese mismo procedimiento se repita. Por eso está el Congreso, para dialogar, para afinar los proyectos y sacar la mejor legislación que sea permanente y dure mucho tiempo.
--No voy a entrar en detalles, pero aquí el país aprobó un programa de gobierno por una amplia mayoría. Ese programa contenía, desde el primer día, el cambio constitucional y otras modificaciones, que era el mismo proyecto que yo tenía el 2009 y me alegro que gran parte de las personas que redactaron la reforma constitucional de ese año, Pablo Ruiz- Tagle y otros, estén hoy en este nuevo equipo. El Parlamento es para dialogar, encausar y lograr grandes acuerdos que permiten proyectos que duren, le den estabilidad en el tiempo y crecimiento. Eso es lo que necesitamos en este momento.
-Nunca un gobierno se puede juzgar en los primeros siete meses. Nadie puede hacerlo, porque está partiendo. Esperemos que se aprueben los proyectos y que se desarrollen. El punto central es que Chile postergó sus decisiones, en Constitución y en lo laboral, por 24 años y en otras materias, por años de años. También en el ámbito tributario, porque siempre me dicen, ¿por qué usted no sacó el FUT? No, porque cuando yo estaba, el FUT era de 10 mil millones de dólares, algo normal y equilibrado. Pero, cuando el FUT se va a 250 mil millones de dólares, que es casi el PIB de Chile, bueno, nos pasamos de vivos. No tiramos de un extremo a otro.
--Hace más o menos un mes, cuando se celebraron los 50 años de la elección del Presidente Frei Montalva en La Moneda. Lo que pretenden hacer creer a la opinión pública que la DC es un partido que se opone a los cambios está equivocado. La DC es un partido que siempre ha estado con los cambios estructurales. Además, agregué que, si estuviera Frei vivo estaría apoyando los cambios estructurales. Nunca la DC ha estado contra los cambios estructurales. Aprobó el programa de gobierno. Todos los candidatos y, luego, lo que son parlamentarios se tomaron fotos con la Presidente Bachelet en campaña.
-Eso es muy distinto, presentar indicaciones. Cuando se hace el cambio tributario, ¿quién estaba en la Comisión de Hacienda? Andrés Zaldívar, Ricardo Lagos, Carlos Montes y además colaboraron el senador García de RN. Se presentaron indicaciones y se modificaron muchos temas. Eso es el Congreso y para eso está la DC, y el partido tiene una visión del país. Es una colectividad de centro izquierda y tiene que dar su opinión. Si les parece que hay un punto o ítem de un proyecto que no es conveniente, expresa su opinión y eso, a través, del debate parlamentario. Cuando muchas de esas indicaciones son acogidas por el Ejecutivo y forman parte, por ejemplo, de la ley tributaria hoy, es lo que hay que hacer.
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-Siempre en las discusiones de proyectos trascendentales de reformas, el debate es o ha sido mucho más álgido que hoy. Yo mandé un proyecto de reforma constitucional y también un proyecto tributario en que saqué mil millones de dólares. Claro, no tenía los votos, estaba lleno de senadores designados que le daban su voto a la derecha. Las grandes transformaciones requieren diálogo y opiniones y la DC representa una manera importante, en el marco de lo que sido todos los gobiernos desde el año noventa y, me parece bien, que exprese sus puntos de vista. Para eso está el Parlamento, sino, que manden los proyectos, se votan y chao. No es esa la labor del Congreso.