Aniversario de Concepción
Concepción está de fiesta. Hoy celebra su aniversario número 464, y lo hace en medio de un ambiente de expectativas con respecto a su futuro. En rigor, la segunda ciudad en importancia del país ha ido perdiendo protagonismo a nivel nacional, sin embargo se palpita el interés de dirigentes, autoridades y principalmente profesionales independientes, pero representantes de diversos ámbitos -arquitectos, académicos, economistas, comunicadores, entre otros- de dejar atrás los lamentos y ponerse a trabajar por una ciudad más próspera, más armoniosa, con una mejor calidad de vida, etcétera. En definitiva, que la ciudad recupere su sitial de importancia e influencia que nunca debió ceder.
En ese sentido, creemos, hay que promover y estimular el optimismo en la comunidad de que vendrán días mejores y que Concepción, más temprano que tarde, solucionará todas aquellas dudas originadas por negligentes gestiones, malas decisiones y la falta de miradas con visión de futuro. Si la autoridad recupera el sentido común, si los profesionales y dirigentes deseosos de participar logran ser integrados en la discusión sobre la ciudad que queremos, seguramente el panorama comenzará a variar positivamente.
Clave será también que las agrupaciones políticas tomen este desafío con menos egoísmo y ambiciones personales y puedan abrir espacios sinceros para que nuevos rostros puedan acceder a instancias participativas. En rigor, que los grupos que se disputan el poder de los partidos adviertan que ya es hora de nuevos actores y nuevas ideas. Esa decisión será fundamental, también, para que la ciudad ingrese a una fase de renovación de liderazgos activos que sean capaces de compartir sus ideas en bien de la ciudad.
Concepción tiene la posibilidad de recuperar todo lo perdido y de reactivar los grandes proyectos que han quedado dormidos por falta de una gestión más activa y desinteresada.
Hay anuncios y proyectos en ejecución que contribuirán, sin duda, a mejorar las condiciones de la ciudad, sin embargo no podemos caer en el conformismo. Hay que exigir más. Hay múltiples necesidades y carencias, y una evidente incertidumbre económica. Concepción merece respuestas y liderazgos que las exijan, con voluntad y convicción, que el nivel central entregue respuestas.