Aunque ha estado tímido, el sol comúnmente brilla con fuerza en los días primaverales. Si esto se suma a las tardes menos oscuras y las noches más tardías que entregó el cambio de hora, los populares 'happy hour' después del trabajo o durante los fines de semana, parecen ser un panorama ideal.
No obstante, debido a la aparición de las alergias estacionales, debido a la proliferación de alérgenos como el polen, es que durante esta época también abundan las personas que consumen antihistamínicos para poder disminuir los síntomas.
No obstante, el profesor de Toxicología de la Escuela de Química y Farmacia de la Unab, Fernando Torres, enfatiza en la importancia de conocer el tipo de medicamentos que sí pueden interactuar con las bebidas alcohólicas y cuales no, con el fin de evitar complicaciones. 'Algunas reacciones descritas son inmediatas y el paciente puede presentar náuseas, vómitos, debilidad, confusión, disminución de la presión arterial', puntualiza.
EFECTOS ADVERSOS
En ese sentido, explica que la ingesta de alcohol en conjunto con antialérgicos como la loratadina y la clorfenamina, puede provocar mareos y somnolencia, lo que aumentaría el riesgo de sobredosis y de accidentes.
La elección de este tipo de fármacos depende, principalmente, de los efectos secundarios que causen. Dentro de éstos, el más importante es la somnolencia, aunque en niños pequeños puede producir inquietud. 'Sus efectos depresores centrales son potenciados por el alcohol y esto los hace especialmente peligrosos cuando el paciente realiza actividades que requieren mantener el estado de alerta', argumenta.
A lo anterior, el profesional agrega que otros efectos indeseables de estos fármacos se relacionan con sequedad de la boca y espesamiento de las secreciones bronquiales, y con menor frecuencia también pueden producir trastornos gastrointestinales.
DREPRESIÓN SNC
Los ansiolíticos, hipnóticos, opiodes y las antihistamínicos, entre otros fármacos, son depresores del Sistema Nervioso Central (SNC). La ingesta aguda de alcohol junto a estos medicamentos produce una mayor alteración psicomotora, explica, debido a que además de la inhibición del metabolismo, se potencia el efecto depresor del SNC de cada uno de ellos.
Y es que aunque en ocasiones ingerir bebidas alcohólicas en forma moderada pueda reportar beneficios, como el vino, si este consumo va acompañado de fármacos no sólo puede potenciar el efecto, sino que también puede provocar que se acumule, pudiendo alcanzar niveles de toxicidad.
'Por otro lado, el alcohol puede ser irritante gástrico y múltiples medicamentos también lo son, por lo que la sumatoria de ambos puede desencadenar gastritis de mayor intensidad. En dosis altas, el alcohol y medicamentos pueden ser una combinación altamente peligrosa', concluye.