Arquitectosincipientes selucieron encita nacional
espectaculo@diarioelsur.cl
La propuesta presentada por un equipo de la Escuela de Arquitectura de la Universidad San Sebastián se impuso en el workshop realizado en el marco del proyecto Ocho al Cubo. La idea de los sebastianos obtuvo el primer lugar frente a los diseños de estudiantes de otras siete universidades en la jornada desarrollada en la Pontificia Universidad Católica de Chile, la que contó con la presencia de destacados arquitectos, entre ellos, el japonés Ryue Nishizawa.
En el marco del proyecto Ocho al Cubo, que reúne a prestigiosos arquitectos chilenos y nipones, se considera concebir un balneario a cuatro kilómetros al sur de Los Vilos. Son unos 800 metros de costa con acantilados, bahías, formaciones rocosas, dunas, la presencia de una vegetación efímera y frágil, y una infinita variedad de colores dados por la luz del sol y reflejos en el mar.
En ese contexto, se invitó a académicos y estudiantes de ocho Escuelas de Arquitectura para que diseñaran un mirador para levantar en ese paradisíaco paisaje. Participaron alumnos de las universidades Católica de Chile (la anfitriona), de Chile, Federico Santa María, Diego Portales, Finis Terrae, Mayor, del Desarrollo y de la Universidad San Sebastián, equipo que finalmente se impuso con un creativo proyecto.
EL ESPACIO
Iván Álvarez Bravo, académico de Arquitectura de la USS, sostuvo que el espacio es un territorio de 200 metros de largo y 15 de ancho, que tiene dunas, vegetación local y remata en una quebrada.
Comentó que trabajaron a partir de la idea de que el mirador siempre estuvo ahí. 'Nosotros sólo pusimos la madera'. Se plantearon el desafío de resolver la siguiente pregunta: ¿Cómo arquitecturizar lo que ya está?
'En un lugar donde la espectacularidad es la condición existente, no corresponde erigir otro volumen que compita con lo ya establecido. Por lo tanto, el proyecto se debe inmiscuir en el paisaje. Debe ser una intervención atemporal, como si siempre hubiese estado, como una infraestructura abandonada por el tiempo', explicó el académico.
Agregó que debía ser un espacio que domine el territorio. 'Una suerte de Land Art de Richard Long, algo como el circuito de Punta Pite de Teresa Moller'.
El proyecto se construye con enormes bazas de madera de muelles abandonados, libremente dispuestas en toda la franja. 'Están aparentemente aleatorias, como si hubieran sido tiradas en el lugar, pero están pensadas para armar lugares de contemplación, recorridos, lugares para que los niños jueguen, etcétera'.
Sofía Quiroga Ferreiro, alumna de segundo año de Arquitectura de la sede Concepción, contó que 'el lugar tiene una vista preciosa, por eso nuestro proyecto intenta intervenir lo menos posible el paisaje y no destruir nada de la naturaleza. Nuestro proyecto es súper viable, no es caro y no molesta en nada la preciosa vista que ofrece el lugar', comentó.
FORMACIÓN ECUALIZADA
En este workshop participó un equipo integrado por Sofía Quiroga, de la USS Concepción; Alonso Barra y Sebastián Pesoa, de la USS Santiago, y Angello Igor, de la USS Puerto Montt, guiados por el profesor Iván Bravo. 'Para mí esta experiencia es lejos lo más importante que me ha pasado en mis dos años de universidad, fue importante trabajar en equipo y me di cuenta de que no es tan difícil, aunque no nos conocíamos', dijo Sofía.
Soledad Garay Pita, directora de Arquitectura USS Concepción, destacó la participación del equipo en esta instancia. 'Asistir a un workshop es una oportunidad única, primero porque son escasos en Chile, y porque permiten además compartir con arquitectos de renombre nacional e internacional'. Expresó que en estas jornadas los alumnos cambian la mirada de su disciplina y le dan un enfoque global, lo que les permite desempeñarse en cualquier lugar del mundo en el futuro.
En esta ocasión, la Escuela de Arquitectura de la USS optó por enviar alumnos de las tres sedes, que no se conocían y que durante la jornada debieron trabajar en equipo para defender la propuesta. 'Fue una opción arriesgada, pero nos fue bien, los alumnos pudieron afiatarse en un par de horas y trabajar la propuesta, lo que demuestra que ofrecemos una formación ecualizada', concluyó Soledad Garay.
Para la ocasión alumnos de la USS penquista