Referirme a Gustavo Cerati, sin dejar de recordar aquel Free Concert en La Tortuga y esa primera inspiración al mundo de la música aparte de desmenuzar su talento en las distintas áreas de la música, me parece una tarea difícil.

Sin duda fue un eximio guitarrista de líneas, melodías, riffs certeros y creativos; un poeta de líricas dulces, sugerentes y descifrables, con un poder de identificación envidiable por cualquier colega. Basta citar algunos temas como 'Puente', 'Entre caníbales', 'La ciudad de la furia', 'Té para tres', 'Ella usó mi cabeza como un revólver' y tantas otras, en donde la poesía logra elevarse a un nivel superior, pero sin despegarse de la música…. y, por supuesto, fue un compositor que logra alcanzar la reticencia y la atención de la audiencia en todas sus canciones.

En los 80, cuando en mí comenzó a transculturar la música de Soda Stereo, Cerati modelaba nuestros entonces adolescentes oídos a la fonética en español (que hasta entonces me parecía extraña y forzada) dentro de la música pop/rock. La banda se transformó con los años en un referente musical y estético.

ÉL ha trascendido en el tiempo como un influyente guitarrista, de melodías afiladas , inteligentes y pregnantes, acordes compuestos para que destaque la figura y forma del músico en sus líneas.

En su primer disco solista 'Amor Amarillo' , trascendente para mí, logra la interesante mezcla de sonoridades , pasajes sónicos y la mezcla justa de sonidos y dominio de máquinas que luego hace realzar en álbumes posteriores de manera magistral, citando 'Bocanada' como uno de sus mejores discos solistas. Dentro del lenguaje electrónico, utiliza samples y loops de batería perfectamente mezclados junto a la voz y guitarras.

Por ahora sólo me queda agradecer el aporte a la historia y la dignificación de la música y el rock en español (particularmente en nuestro país), y su consistente discografía, junto a sus amigos de Soda Stereo o en solitario.