Repercusiones trajo la ya conocida ardua jornada de diligencias en causas de Derechos Humanos, extendida durante las últimas dos semanas por parte del ministro en visita extraordinario, Carlos Aldana y su equipo de actuarios, donde un grupo de oficiales en retiro de la Armada y uno de Carabineros terminaron sometidos a proceso por distintas casos de lesa humanidad.
En esta línea es que Nancy Candia hasta la fecha recuerda cada detalle del momento en que su hermano Hugo tuvo un giro tan relevante en su historia de vida, que significó terminar en un desenlace jamás esperado.
Era el 11 de septiembre de 1973 y el joven de 19 años, trabajador y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) era detenido junto a su compañero de trabajo y también mirista, Máximo Neira en las dependencias de la empresa Sigdo Kopper de Talcahuano.
El destino de ambos ya es parte de los libros de historia, archivos de prensa y expedientes judiciales donde, tal como lo publicado en la edición de ayer de este medio, se decretaron procesamientos en la causa.
Ayer, antes de las 14.30 horas las hermanas de Hugo tomaron rumbo al cementerio de Hualqui, donde descansan los restos del joven junto al de sus padres. En el trayecto, Nancy, una de las hermanas Candia comenta que 'vamos a decirle a nuestra madre de que hemos cumplido nuestra promesa'.
Es que, vale recordar que el pasado viernes, el ministro en visita para causas de DD.HH. de la Corte de Apelaciones de Concepción, Carlos Aldana, resolvió la prisión preventiva para los oficiales en retiro de la Armada: Julio Alarcón y Ary Acuña en el marco de la citada causa.
'Mi madre falleció el 16 de noviembre de 2004. Fue en su agonía cuando le prometimos de que íbamos a encontrar a los asesinos de nuestro hermano', detalló Nancy.
Por eso, sostuvo que el pasado viernes, mientras estaba en Tribunales, tuvo una 'mezcla de sentimientos. Hubo emociones encontradas'.
Expresó que 'por una parte tenía mucha pena porque veía como frente a mis ojos pasaban los asesinos de mi hermano, pero a la vez sentí alegría porque en ese momento veía que por fin se estaba haciendo justicia luego de más de 40 años y luego de 12 años en que trabajamos para que se investigara la causa. Ahora tenemos la sensación de que vamos a cumplir la palabra empeñada frente a mi madre'.
años tenía Hugo