Educación física juega un rol preventivo
En el contexto escolar, un porcentaje importante de la educación física está destinada al acondicionamiento físico, es decir, a ejercicios cuyo objetivo es desarrollar o mantener el estado de salud y prevenir algunas enfermedades crónicas y degenerativas.
En el acondicionamiento físico ligado a la salud se establece la prescripción de ejercicio de intensidad moderada, que incluyen resistencia muscular y resistencia cardiorrespiratoria. Uno de los beneficios que produce la estimulación aeróbica es una mayor capacidad de transportar oxígeno por parte del sistema cardiovascular y utilizarlo en la musculatura activa, por lo tanto, se ve mejorada la capacidad de consumir oxígeno por parte de los mismos músculos. Si los escolares presentan adecuados niveles de consumo de oxígeno según su género y edad, podríamos asegurar que existen menos riesgos de que sufran enfermedades cardíacas.
En la educación física escolar, una de las formas de mensurar esta capacidad de consumir oxígeno por parte de los grandes grupos musculares que están involucrados en los ejercicios cardiovasculares, como el trote de moderada intensidad o en los juegos colaborativos, son las pruebas de medición de la condición física.
Hasta la última aplicación de la prueba Simce de la especialidad en el año 2013, se puso en práctica la prueba de caminata fraccionada, Cafra, la cual valora el desempeño aeróbico por medio del comportamiento de la frecuencia cardíaca al finalizar el esfuerzo.
De esta manera la educación física escolar materializa fuertemente el aspecto asociado a la salud ya que se está midiendo la capacidad cardiovascular mediante pruebas de intensidad moderada en los estudiantes.
Es necesario, entonces, estimular el sistema cardiovascular desde edades tempranas, en las etapas escolares, con una frecuencia de al menos tres sesiones semanales para crear hábitos de estilos de vida saludables asociados al ejercicio físico.
Si, a largo plazo, contamos con un amplio abanico de actividades físico-deportivas en la mochila de cultura de actividad física al que se pueda 'echar mano', tendremos una población que estará previniendo enfermedades cardíacas y otras como la hipertensión, diabetes, sobrepeso, obesidad, entre otras.
Así la educación física cumpliría un rol preventivo y posiblemente se reducirían los tratamientos de patologías cardíacas y otras a nivel país.