Diagnóstico sensato
Javier Vera Jünemann
Si el gobierno pretende implementar una reforma educacional de una magnitud tal que modifique las bases de lo que hemos construido hasta hoy, es fundamental que los cambios surjan desde un diagnóstico acertado. El peor escenario es dejarse llevar por visiones ideologizadas o por planteamientos de sectores minoritarios que sólo defienden sus intereses.
Frente a reformas que van a influir en el futuro de miles de niños, se aconseja actuar con calma, prudencia y con la disposición de escuchar todas las opiniones y, en especial, a las familias. Aferrarse a un programa de gobierno sin considerar las voces de quienes se verán favorecidos o perjudicados por estos cambios es un camino equivocado. Y, considerando lo que hasta hoy se conoce en materia de proyectos de ley, muchos no sólo plantean su desacuerdo, sino que sienten que los cambios son una amenaza a los logros que el país ha alcanzado en materia educacional en todos los niveles.
Por supuesto que es necesario hacer una reforma. La educación, sobre todo en las primeras etapas, requiere mejoras tendientes a ofrecer igualdad de oportunidades a todos los niños, independientemente de su segmento socioeconómico o de su lugar de residencia.
Sin embargo, estos cambios no deben afectar la estabilidad de aquellos colegios que las familias han elegido en su búsqueda de calidad y ejerciendo su libertad de escoger el proyecto educativo bajo el cual quieren formar a sus hijos.
El gobierno debe escuchar. Y en ese contexto, las encuestas entregan ciertas luces sobre lo que la población opina y quiere para su futuro.
Al analizar los resultados de la encuesta CEP, surgen varios antecedentes que se deben tener en cuenta. Frente a la consulta: ¿en qué área se deben gastar los recursos adicionales que se recaudarán con la Reforma Tributaria?, un 56% escoge Salud, mientras que un 22% opta por Educación. Podríamos concluir que la población percibe que existen mayores falencias y, por lo tanto, la necesidad de un mayor enfoque de los recursos en Salud y no en Educación.
Por otro lado, un 52% está de acuerdo con el copago en los colegios, un 55% considera que este copago genera mayor compromiso de los padres con la educación de sus hijos y un 49% se muestra a favor de que los dueños de los colegios obtengan ganancias mientras los padres estén informados y el establecimiento tenga un buen nivel. En tanto, un 57% dice que las universidades deben ser gratuitas sólo para los estudiantes de menos recursos.
Estos resultados se oponen a los planteamientos de aquellos que se han tomado la calle con consignas grandilocuentes que tienen poca aplicabilidad. Llegó el momento de escuchar las voces sensatas.
Estos resultados se oponen a planteamientos de aquellos que se han tomado la calle con consignas grandilocuentes poco aplicables.
Vicerrector Sede Concepción