Ya se ha transformado en una práctica habitual que la autoridad de turno culpe a la anterior de las dificultades para avanzar en un proyecto determinado. En la Región del Bío Bío lo vemos a diario, principalmente cuando se abordan los avances y atrasos en los proyectos de infraestructura pública. Sucede, por ejemplo, con el Puente Bicentenario, con la solución para los pobladores de Aurora de Chile, con la remodelación del estadio Ester Roa Rebolledo o con la Ruta 160.

En una entrevista concedida por el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, a Diario El Sur, queda de manifiesto esta posición de responsabilizar a la administración anterior de las negligencias con un determinado proyecto. En este caso, cuando se refiere a la cadena de errores en el Puente Bicentenario y la solución para los habitantes de Aurora de Chile. 'Este proyecto no prestigia a Concepción, ni a Chile, y tampoco prestigia al Ministerio de Obras Públicas. Porque tener una planificación de obras que no se pueda terminar porque no se hicieron las gestiones adecuadas de trabajo con la comunidad, dice mucho. Y eso, sumado al conjunto de atrasos, la verdad es que no prestigia', apuntó el titular del MOP:

Tiene razón el ministro cuando menciona el desprestigio que ha causado el proyecto, sin embargo quienes han observado la génesis de la obra podrán establecer que aquí hay responsabilidades compartidas, que involucra a esta y a las anteriores administraciones, aunque, sin duda, con grados distintos de culpabilidad -la actual lleva 5 meses-.

Durante los 4 años de la gestión de Sebastián Piñera también fue característico este ejercicio de asumir poco y responsabilizar más al antecesor. Sin embargo, las voces de defensa han marcado las diferencias. En ese sentido, llama la atención el silencio de la administración pasada cuando se trata de responder a las críticas y las acusaciones. Salvo ex autoridades puntuales -el director del Serviu es uno de ellos-, el resto de los aludidos ha optado por el silencio, como aceptando que las críticas algo de razón tienen. Así llama la atención, por ejemplo, el silencio del ex intendente Víctor Lobos y del ex seremi del MOP, quienes una vez terminado el gobierno que representaban optaron por encerrarse en sus nuevas tareas y evitaron salir a defenderse de las críticas y dejar que la nueva autoridad los responsabilice de todos los fracasos en los proyectos mencionados. A veces, el que calla otorga.

Los espacios públicos de mi ciudad, como de tantas otras en Chile, son propiedad de grafiteros, que -creando conciencia- extienden su solidaridad a diversas causas con pequeñas contribuciones forzosas de los vecinos.

Llama la atención el silencio de los personeros de la

La naturaleza es increíblemente cruel, cuando