Cuadros de estrés también pueden afectar a la piel
El estrés está gatillado por el ritmo de vida y las preocupaciones. Pero no sólo el aspecto emocional se ve afectado por este cuadro, sino que también la salud física. Y una de las zonas más dañadas es la piel. Julia Ortiz, subdirectora de la Escuela de Salud de Aiep dice que hay muchos que atribuyen las imperfecciones en su piel a alergias pasajeras, desconociendo que tienen la 'piel estresada'. Pero, si los signos del cuadro no se tratan, pueden terminar en una alteración de mayor complejidad, por lo que no se deben pasar por alto.
Deshidratación, tirantez, tonos muy rojos, sensación de incomodidad o impurezas podrían presentar las pieles más sensibles tras vivir una experiencia preocupante, traumática o de estrés. 'Si el estrés se prolonga, el cutis puede empeorar y presentar dermatitis atópica, eczema, rosácea o psoriasis. Todos cuadros extremos donde la piel está muy roja, escamosa, con manchas e incluso erosiones que podrían ser la puerta de entrada a microorganismos que pueden causar enfermedades o complicaciones', explica.
VIDA SALUDABLE
Ortiz enfatiza en que, al sufrir una agresión externa, se dificultan las funciones de regeneración, reparación y cicatrización del cutis. Además, el estrés aumenta los niveles de cortisol, hormona que estimula la producción de las glándulas sebáceas, provocando así la aparición de granos e imperfecciones.
Por eso hay que evitar que los cuadros de piel estresada empeoren. En ese sentido, mantener un estilo de vida saludable es fundamental. La experta recomienda, cuidar la dieta, consumiendo frutas y verduras, alimentos ricos en vitaminas. Esto debe estar acompañado de la hidratación con líquidos libres de azúcar. 'Hay que evitar el café, alimentos grasos y el alcohol', aclara.
Liberar las tensiones mediante la actividad física, de preferencia al aire libre, también es una buena medida. Asimismo, dormir bien y las horas necesarias, ayudan para que la piel se renueve.
Mientras se esté con la piel irritada, seca o con heridas, hay que mantenerla fresca y limpia con productos libres de perfumes o agentes irritantes. No es aconsejable utilizar maquillaje ni cremas para el rostro.
Y, al igual que con otras enfermedades, no hay que automedicarse, sino que la recomendación es ir al dermatólogo para que indique el tratamiento correcto.
La alimentación saludable y dormir bien ayudan a evitar que los cuadros de piel estresada empeoren.