Indemnizaciones
Federico García Larraín
La gran duda es cuál podría ser el sistema, pero parece haber consenso en el sentido de que tanto los camioneros como los propietarios de predios agrícolas deben ser indemnizados cuando sus vehículos o propiedades son víctimas de atentados extremistas.
La denominada 'zona roja', qué duda cabe, no es campo propicio para las aseguradoras. El interés por asegurar tanto bienes como producciones es nulo en ciertas zonas, especialmente en el límite sur de la nuestra Región, mientras que en otras los valores son extremadamente altos, en la medida que exista la disposición de las compañías.
El panorama anterior es tan complejo como la situación general que se vive en ciertos sectores, con quema de casas patronales, galpones, maquinaria, camiones, máquinas forestales y otras. Pese a ello queda claro que la responsabilidad constitucional de guardar la paz y que las personas puedan vivir en un ambiente de normalidad le corresponde al Estado. De ello se desprende que resulta natural que las víctimas de la violencia rural y caminera exijan del Estado una solución real, la que, si no puede ser por la vía de un seguro nacional, habrá de buscar otros caminos, como la indemnización directa.
Un dirigente de los camioneros ha dicho que 'a camión quemado, camión pagado', sumándose a la petición realizada por el presidente nacional y en relación a los atentados frecuentes en las regiones del Bío Bío y La Araucanía y ante la falta de respuestas de los respectivos gobiernos, tras promesas incumplidas.
El tema de fondo no es cuánto sería el costo de una solución, porque ello deriva de la obligación del Estado de procurar un clima de normalidad en todo el territorio y, si no se ha cumplido con ese mandato, debería pasarse a la etapa de las indemnizaciones.
Esta situación ha afectado fundamentalmente a propietarios agrícolas, empresas forestales, camioneros e incluso pequeños parceleros, pero también ha habido víctimas particulares que incluso no pertenecen a la zona de conflicto.
A raíz del debate sobre el aborto, ha surgido nuevamente la pregunta si se le puede exigir a alguien una conducta heroica. La respuesta breve es que sí, si la situación lo amerita. Es cosa de recordar las efemérides de estos días. (¿Alguien repara alguna vez en quién sale en el billete de mil pesos y por qué?) Anteriormente hemos tratado el tema desde el punto del valor de la vida humana y del estatuto del no-nacido, pero es interesante ahora considerar el heroísmo en sí mismo, ya que tanto se usa el término.
Un dirigente de los camioneros ha dicho que 'a camión
El heroísmo implica un sacrificio por otros y es por eso, quizás, que en una sociedad que reduce al mínimo los vínculos entre personas, la