Contaminación y la comunidad: un nebuloso escenario
Resultan, al menos, alarmantes las cifras de contaminación atmosférica que presentan algunas comunas de nuestro país.
Coyhaique, por ejemplo, ha pasado dos meses con altos índices de contaminación por PM 2,5, totalizando 57 episodios críticos durante 2014, que la posicionan cómo la más contaminada del país.
En nuestra región, Chillán, Chillán Viejo y Los Ángeles, comunas recientemente declaradas como zonas saturadas han registrado 21 y 15 episodios críticos respectivamente. Preocupante, pero más inquietante debería ser la próxima declaración como zona saturada de diez de las doce comunas que componen el Gran Concepción, el paulatino avanzar de las autoridades y la poca preocupación ciudadana frente al tema.
Según datos otorgados por la autoridad ambiental, el principal modo de calefacción utilizado por los hogares del sur de Chile son las estufas a leña, también consideradas como el principal causante de los altos índices de PM 2,5. Y si a ese dato le sumamos que el 90 por ciento de la leña disponible en nuestra región es de mala calidad y que por tanto no debiera ser utilizada como modo de calefacción, el tema se debería transformar en una prioridad para la comunidad.
Según lo comentado por el seremi de Medio Ambiente de la Región del Bío Bío, a una radio local, si se restringiera el uso de estufas a leña se podría disminuir cerca de un 70 por ciento la contaminación ambiental y por consiguiente mejoraría en ese mismo porcentaje la calidad de vida de los habitantes de las comunas afectadas, habría menos enfermedades respiratorias en niños y adultos mayores, además de poder disfrutar de los espacios libres, sin restricciones.
Las autoridades han tomado excelentes medidas al respecto que buscan elevar los estándares ambientales como decretar alertas sanitarias entre las regiones de El Maule y Aysén, lo que implica la paralización de fuentes fijas como la leña, además de la declaración temprana de zonas saturadas, la aplicación de planes de descontaminación que entre otras medidas que incluye el recambio de estufas; sin embargo siguen siendo insuficientes frente al nebuloso escenario.
La poca conciencia ciudadana de esta situación sólo está afectando el desarrollo económico y social de nuestra región.
La comunidad debe hacerse parte de las medidas, conocer e informarse sobre la eficiencia del combustible elegido para calefaccionar su hogar que no sólo puede perjudicar el medio ambiente, sino también deteriorar el aire dentro de su casa, la llamada contaminación intradomiciliaria, la que también provoca y acentúa la frecuencia de enfermedades respiratorias.