El nulo aporte de los actuales estelares mundialeros
Definitivamente los tiempos cambiaron. Eso explica que un estelar mundialero con la estructura de 'Viva el lunes' (al aire entre 1995-2001) no funcione actualmente en una televisión amiga de los twitter, internet y el zapping rápido.
O sea, que los ejecutivos de CHV hayan transformado a la actriz Javiera Contador en un remedo de conductora de estelar no hace más que evidenciar la enorme falta de rostros y discurso en la actual pantalla chica.
Al aire desde el 2 de junio, 'Locos por el Mundial' recurre a fórmulas demasiado evidentes y fáciles, con una puesta al aire sustentada en las apariciones de Francisca Undurraga. Ello por sobre las expresiones discursivas del trío completado con Bombo Fica y Rafael Araneda. El primero, un humorista a quien le pueden resultar sus rutinas en vivo. Sin embargo, en el set cae en lo forzado de un texto que no suena gracioso en el desarrollo de las situaciones con invitados de otra era. A su vez, Araneda no hace más que darle el pie a la supuestamente graciosa Contador para que 'improvise' alguna salida simpática.
Anotemos que el actual animador del Festival de Viña no se saca la siutiquería en expresiones y actitudes que le hacen un flaco favor al discurso de la televisión chilena actual.
Pero ¿cuál es ese discurso? En otras palabras, ¿hacia dónde van este tipo de ofertas que hace algunas décadas si pudieron funcionar? En este caso particular, la idea de trío frente a la cámara no funciona. Simplemente, porque el telespectador lo único que espera, busca y anhela es ver qué parte dejará al descubierto una señorita que no tiene más mérito que su cuerpo.
El detalle no es menor, en términos narrativos, ya que obliga a invitados, conductores y telespectadores involucrarse en una puesta al aire que gira en torno a la presencia de esta joven.
Undurraga ejemplifica el supuesto destape de nuestra TV, en una época de vida líquida y donde todo caduca rápido (la fama se busca de manera desesperada). Lógicamente, ella está dispuesta a lo que se permita, para lograr su objetivo. El detalle, sin embargo, es que nuestra pantalla chica sigue siendo pacata y antigua: a lo máximo que aspira es a sacarle la ropa mientras dice el tiempo (Marlén Olivari hizo lo mismo hace unos 15 años).
Lo anterior implica que el conjunto, el paquete, termine por agotar a la audiencia y agotarse a sí mismo, asumiendo que en este país (chico) todo tiene una enorme repercusión mediática.
Por ahí hasta hubiera resultado más sano poner a Francisca Undurraga como tercera en el panel de conductores, en reemplazo de una presencia femenina inflada por los medios. Si algo luce Javiera Contador en el set es su falta de continuidad y un texto cuyo ritmo sólo se acomoda a ella y sus dos compañeros.
Desde el contenido -digamos el Mundial- el programa no aporta nada, sobre todo, con invitados que parecen como de la segunda fila de 'Vértigo'. Finalmente, lo único positivo de 'Locos por el Mundial' es que esté en la parrilla de CHV una vez a la semana (los lunes). Así no tenemos que sufrir con jornadas posteriores (es lo que pasa hace rato con 'Primer plano', espacio que sólo muestra al aire lo enamorada que Francisca García-Huidobro sigue de Julio César Rodríguez).
¿QUÉ MOVIDA?
Ya el nombre es poco agraciado. 'La movida del Mundial' es una ensalada de egos en pantalla. Partiendo por Diana Bolocco, una 'minimí' de su hermana en Canal 13. Hiperventilada, gritona y poco natural, su rol en esta alternativa mundialera sólo es la justificación de un sueldo. Esto, en el contexto de un set de configuración machista liderado por Martín Cárcamo (es el típico habitante de este país que cree que las mujeres no saben de fútbol). El ex TVN está secundado por un Álvaro Salas en baja (sus chistes rápidos ya no andan) y un Sergio Lagos que notamos incómodo.
¿El aporte? Ninguno, porque Aldo Schiappacasse y compañía se limitan a enlaces donde repiten lo que ya dijeron en el noticiero central. Más encima, lo hacen con cara de 'no tengo ganas de hablar'. Lo tratan de suplir con hinchas en cámara. Como diría el teórico cultural Sigfried Kracauer los grandes 'adornos' de esta masa de televisión. Un grupo de chilenos, a lo 'homeless', que buscan salir en pantalla para que lo vean los parientes en Chile.
Y claro, como en CHV le ganaron el 'quien vive', los de Canal 13 optaron por la segunda división femenina. Juran que Jhendelyn Núñez la rompe en tierras brasileñas con su figura y ¿simpatía?
Lamentablemente, está muy mal asesorada por el productor en terreno. Ella no es capaz de emitir una frase con ideas o contenido lúdico. De este modo, recurre a lo más fácil, el viejo truco del 'tortazo', como en el cine mudo. Es decir, plantearse desde la cuestión física aquí fundada en el cuerpo. Técnicamente, ¿para qué pedirle más si funciona en el rating? Incluso, una vez presentadas sus intervenciones en Brasil, las loas a Jhendelyn no paran por parte de un cuarteto de rostros que envidian no poder estar en ese otro lado de la cámara.
Digamos que ambos canales representan fielmente el actual momento de la televisión, con creativos que se limitan a la comodidad de llevar a Peter Veneno al Mundial. El problema es que Zamorano ya no juega fútbol.