¿Sirve el IPC de la salud para ajustar precios en isapres?
El Superintendente de Salud no dará a conocer el IPC de la salud usado como referente para fijar precios en las isapres, por graves fallas en su diseño, decisión que ha generado un debate sobre su conveniencia y aportaremos antecedentes al debate.
La medida es correcta: el IPC de la salud es un indicador de incremento de costos endogámico e inflacionario, al considerar el incremento del precio unitario de las prestaciones y la frecuencia de uso de las mismas, la cual en gran medida es 'el resultado de cómo hacen su trabajo las isapres'. Usar este indicador estimula el traspaso a precio de una proporción no menor de la ineficiencia del sistema al dar 'una señal de incremento de precio errónea' que reduce los incentivos para mejorar su gestión.
En Chile, por problemas de diseño del sistema de salud y de isapres, la mayoría de estas instituciones no tienen incentivos para diseñar y usar sistemas de gestión de riesgos, modelos de atención costo efectivos y eficientes modelos de compra de servicios a proveedores. Una eficiente gestión de riesgos obliga al seguro a conocer a fondo sus beneficiarios, debe segmentarlos por grupos de riesgo enfermos crónicos, diabéticos, hipertensos, cardiópatas y tercera edad, y deben diseñar modelos de atención para atender sus necesidades con alto impacto y menor costo. Al no realizar los seguros esta función, se producen ineficiencias para solucionar las demandas de estos grupos por mala gestión de pacientes, patologías y recursos.
Asimismo, al no disponer de modelos de atención basados en soluciones costo efectivas para problemas de salud y simultáneamente estimular la libre elección de especialistas se produce un mayor consumo de servicios, por la gran asimetría de información entre oferta y demanda y porque las personas con enfermedades crónicas, principalmente, demandan cuando tienen una descompensación, aumentando el gasto. El modelo de compra utilizado por las isapres en su mayoría está basado en pago por acto médico el cual en todo el mundo ha demostrado ser inflacionario, tiene incentivos perversos y el prestador incrementa su demanda. Esta situación es más grave al existir modelos de integración vertical unidos a un modelo de pago por acto médico, ya que no se producen mayores eficiencias muy por el contrario, lo que perjudica a los afiliados.
Es necesario repensar el IPC de la salud incorporando el incremento de costos unitarios de los servicios pecuniarios y no pecuniarios, y conformar una canasta que se actualice periódicamente, ajustándola por cambios de tecnología evaluadas por costo efectividad. Esta no es una solución integral a los problemas que viven las isapres, ya que para resolver sus problemas de equidad, eficiencia, explosión de costos, judicialización y valoración social, requieren reformas profundas, que involucraran al sistema de salud en su conjunto y será necesario acordar y diseñar un modelo de financiamiento de la salud para el país, sea éste de seguros de segundo piso, seguro único o multiseguros.
Las empresas están tomando cada vez mayor conciencia de la importancia que tienen la diversidad y la inclusión al momento de potenciar equipos de trabajo. Contar con una estrategia desarrollada en esta materia es un plus para cualquier compañía.