Este 5 de Junio celebramos un nuevo Día Mundial del Medio Ambiente, cuyo lema este año es 'alza tu voz, no el nivel del mar', indicando una especial preocupación por los pequeños estados insulares en vías de desarrollo (países islas), el cambio climático y las acciones que cada uno de nosotros es responsable de hacer para mejorar nuestra calidad de vida y hacer sostenible el planeta.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), el fondo mundial del medio ambiente (GEF, por sus siglas en inglés) han sido instrumentales para apoyar a los países pobres en mejorar sus condiciones ambientales. A pesar de ello, el progreso hacia los objetivos establecidos en la agenda 21 y acordados en variados convenios internacionales, firmados por Chile, presenta serias limitaciones y pocos avances.
Nos preocupa la insensibilidad de las autoridades ante la urgencia de abordar problemas que nos preocupan como ciudadanos. Vivimos en urbes cada vez más pobladas, con serios problemas de contaminación y de manejo de desechos, además de la notable falta de planificación urbana y ambiental. De acuerdo a investigaciones realizadas por el Centro Eula/Facultad de Ciencias Ambientales en la UdeC, hemos duplicado la cantidad de desechos que botamos por habitante en nuestra ciudad en los últimos 20 años, y seguimos botando nuestra basura en bolsas negras, sin promover la reducción de los residuos, su reciclaje, y re uso.
Por otro lado, observamos con preocupación la falta de planificación en nuestras ciudades, que nos hace vivir frecuentemente episodios de crisis de transporte (basta tratar de circular por la ciudad un día viernes por la tarde), de un transporte público que francamente avergüenza, dejado al arbitrio del mercado y del estado lamentable de muchas vías de transporte. A pesar de esfuerzos que hemos realizado durante los 24 años de existencia de Eula y ahora también como nueva Facultad, el peso de la ciencia que hemos aportado y de sus argumentos no han sido suficientes para lograr sensibilizar a los tomadores de decisiones.
Nuestra ciudad y Región no han acogido el llamado nuestro para elaborar un informe ambiental regional, que establezca la línea de base ambiental del estado de nuestros sistemas naturales y urbanos, y que permita en el tiempo verificar indicadores de desempeño para ver nuestra evolución y si las políticas públicas que se implementan tienen los resultados esperados.
La educación ambiental es también otro componente significativo de una política de sostenibilidad, sin embargo, el alcance de varias iniciativas emprendidas a nivel local tienen un alcance limitado.
Por otra parte, vemos con esperanza que en nuestra ciudad se lanzó hace algunas semanas por parte del municipio una mesa público privada en temas ambientales. Creemos que el fortalecer estas iniciativas y que ellas finalmente tengan un peso real en las decisiones que tomen nuestras autoridades, mejorará sin duda nuestra calidad ambiental de vida a nivel local.
Ricardo Barra