El gobierno venezolano pagará más de 2.100 millones de dólares en deudas a importadores y empresas extranjeras, anunció el vicepresidente económico Rafael Ramírez, en momentos en que el país atraviesa un agudo desabastecimiento por impagos a importadores y prestadores de servicios, estimados en 14.000 millones de d´´olares.
Ramírez precisó que la semana que viene se pagarán 1.188 millones de dólares en deudas de 2012 y 2013 a 939 empresas pequeñas y medianas de sectores prioritarios. 'Hemos tomado el criterio de liquidar el 100% del monto a esas empresas. No vamos hacer una liquidación parcial', dijo.
Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras mundiales y que importa casi todo lo que consume, enfrenta una sequía de divisas por lo cual hay un desabastecimiento crónico que abarca medicinas y alimentos básicos, pero también productos de higiene, suntuarios o insumos industriales.
'Estamos haciendo una liquidación que resuelve de manera completa compromisos de 2012 y 2013', dijo Ramírez, que a su vez dirige la petrolera estatal Pdvsa, fuente hegemónica de divisas.
Las pymes que recibirán los pagos totales son de los sectores salud, agropecuario, químico e industrial.
Al mismo tiempo, anunció que se avanza en planes para abonar parte de los pendientes con grandes empresas, como líneas aéreas, de alimentos y telecomunicaciones.
En un país bajo estricto control de cambios desde 2003 y donde el gobierno ejerce el monopolio de las divisas, la sequía de dólares -pese a los altos precios del petróleo- generó una escasez permanente.
Las empresas importadoras y suministradoras de servicios afirman que el gobierno les adeuda 14.000 millones de dólares, que a su vez ellas deben a sus casas matrices o proveedores extranjeros que les han cortado los créditos.
Para surtir su despensa, los venezolanos se lanzan cotidianamente a un recorrido por supermercados, para realizar filas por horas para obtener - con suerte- leche uruguaya, carne nicaragüense, pescado chileno, café brasileño, harina canadiense, toallas desechables colombianas o papel higiénico estadounidense. Los centros comerciales lucen con tiendas de lujo vacías y muchos venezolanos se levantan en mitad de la noche para buscar en Internet si alguna aerolínea puso a disposición algunos pasajes.