Más allá de las problemáticas que conlleva la industria editorial, la literatura es un arte cuya solidez no depende de factores externos, sino de la capacidad directa del autor a la hora de plasmar ideas, situaciones y sentimientos en un texto. Lo anterior parece pesar más en el ámbito regional, donde el financiamiento y las premisas comerciales hacen compleja la actividad; impulsando a una serie de editoriales independientes que conquistan a su público a pulso.