No se trata de un jugador famoso ni de uno de los estadios aún sin terminar. La imagen del grafiti de un niño negro que llora de hambre ante un plato de comida donde sólo hay un balón de fútbol es el primer gran viral de la Copa del Mundo de Brasil en las redes sociales.
Fue pintado en el muro de una escuela en el barrio de Pompeia en la zona oeste de Sao Paulo por el artista Paulo Ito, que lleva 14 años plasmando imágenes y colores en las calles.
Dice que no esperaba tanta repercusión de su grafiti, pero lo considera como una buena oportunidad de mostrar al mundo los problemas de este país de más de 200 millones de habitantes y profundas desigualdades sociales.
'Lo veo como una buena oportunidad de exponer los problemas para el resto del mundo y, quién sabe, incomodar a nuestra apática clase política', comentó el artista.
El niño está en un cuarto de madera, con el torso desnudo y sentado ante una mesa casi vacía y con la pintura descascarada. Hay un vaso y, sobre el plato, un balón.
La imagen -pintada a inicios de este mes- viajó a través de las redes sociales, fue compartida miles de veces, cosechó 'likes' y publicaciones.