Capacidades diferentes
RAFAEL LÓPEZ FAÚNDEZ
Hace unos días se celebraron los tijerales de 'Lavandería 21', proyecto liderado por el arzobispo de Concepción, monseñor Fernando Chomali, y que pronto se transformará en el primer negocio de este tipo en Chile en ser atendido por personas con síndrome de Down.
El recinto se ubica en Manuel Rodríguez con Tucapel, se encuentra en obra gruesa y contará con máquinas de última generación y del más alto estándar, las que serán operadas por 10 jóvenes intensamente capacitados para su uso.
Se trata de todo un desafío de integración laboral, y monseñor Chomali lo cantó claro en su discurso: habrá que recibir como mínimo 600 kilos de ropa diarios para que la iniciativa se mantenga a flote. Pero no solo eso, además del autofinanciamiento, el arzobispo quiere que se convierta en la mejor lavandería de la ciudad.
Y no solo lo cree posible porque vio un exitoso piloto similar en Chicago, sino porque de veras cree en las capacidades diferentes, en la generación de oportunidades, en el emparejamiento de la cancha para que de ahí cada uno vuele con sus propias alas.
Es valioso que en Concepción surja una iniciativa de esta envergadura y con tal visión de futuro. Una idea que supera el paradigma asistencialista, el de la discriminación positiva, el de la subvaloración humana.
La experiencia muestra que muchas empresas que han contratado personas con síndrome de Down han partido creyendo hacerle un favor a la sociedad. Sin embargo, con el paso del tiempo han constatado que el rédito es aún mayor, que no es un gasto sino una inversión.
Los empleadores encuentran en los 'Down' trabajadores en extremo metódicos, respetuosos, agradecidos y alegres; que además de realizar su tarea con esmero y pulcritud contribuyen de manera notable a mejorar el clima laboral.
Pero el tema no termina en el cromosoma 21. La lista de capacidades diferentes es larga. Para muestra un botón: hace diez años el danés Thorkil Sonne, padre de un autista, hipotecó su casa para crear un millón de empleos para personas con este trastorno.
Así nació 'Specialisterne' ('Los especialistas'), empresa que hoy tiene sucursales en Estados Unidos, Reino Unido, Irlanda, Austria, Suiza, Alemania, Noruega, Islandia, Polonia y España, y que aplica la insuperable concentración de los autistas para detectar desviaciones de datos en sistemas informáticos y softwares.
Una lástima que en varios de esos países la tasa de abortos voluntarios de niños con Down no baje del 4%, y que incluso en algunos esté aumentando. Ojalá que cuando se pueda diagnosticar el autismo en el vientre el derrotero no sea el mismo.
Se trata de todo un desafío de integración