Una de las grandes complicaciones de la diabetes es la patología del pie diabético. Pero ésta se puede prevenir o, bien, rehabilitar. Lo importante es no tener conductas de riesgo y autocuidarse.
En la medida que la ciencia avanza, también lo hace la esperanza de vida. Si bien en la actualidad hay muchos quienes optan por llevar una vida saludable, también hay otros que tienen hábitos que no son para nada beneficiosos: tabaquismo, mala alimentación, sedentarismo y obesidad. Todos son ejemplos de conductas que pueden traer consigo patologías como la hipertensión y la diabetes. La última es una enfermedad que puede afectar enormemente la vida de un individuo.
La doctora Violeta Hinojosa, médico fisiatra y directora de la Teletón penquista, cuenta que alrededor del 9,4% de los chilenos padece diabetes, sea de tipo 1 ó 2, aunque es la segunda la más preponderante.
Esta patología acarrea consigo diversas complicaciones y una de éstas es el pie diabético: "Un pie que va sufriendo los efectos de la diabetes, que va teniendo dificultades de polineuropatías diabéticas y que, finalmente, por no ser bien tratado termina en heridas y ulceraciones, lo que afecta gravemente la calidad de vida de las personas que, en muchos casos, terminan amputados y con una vida que no corresponde a una persona chilena", explica la profesional. Pero, la buena noticia, es que se puede prevenir y/o rehabilitar.
Justamente, fue uno de los tópicos que se habló, a través de diversas charlas, en el Curso de Pie Diabético que se llevó a cabo recientemente en Concepción y que fue organizado por el Centro Integral de Pie Diabético, Diab. Un equipo multidisciplinario para atender esta problemática y que es pionero a nivel país.
PREVENCIÓN
Según la fisiatra, la prevención se logra cuando se unen fuerzas y se realiza trabajo en equipo, dando atención a los pacientes a través de enfoques multidisciplinarios. Lo importante, sostiene, es que además de enfrentar en conjunto, se les enseñe a los pacientes. "Hay una alta probabilidad de que con un buen manejo en educación y en prevención, se pueda evitar un alto porcentaje de amputaciones", plantea. Entonces, primordial es mantener conductas adecuadas que permitan disminuir los riesgos: uso de zapatos y plantillas adecuadas, comprometer a la familia del paciente, higiene y autocuidado, son sólo algunos ejemplos.
De eso sabe la traumatóloga uruguaya especializada en pie diabético Nuri Shinca, quien vino al Curso como expositora. "En Uruguay llevamos 20 años trabajando con un equipo multidisciplinario, haciendo cursos en todo el país. Lo importante es que son unidades integradas por diabetólogos o endocrinólogos, traumatólogos, cirujano vascular, enfermera y podólogo", comenta. Así, el paciente con pie diabético llega a la unidad y lo ven todos. "Hicimos estudios y bajamos de una manera enorme el número de amputaciones y también los niveles. Antes de tener los equipos predominaban las amputaciones en muslo y pierna, ahora predominan netamente en algún dedo. Es decir, tiene resultado positivo y el grupo de acá va a ser pionero. Es el único en Chile, por ahora", manifiesta.
ZAPATO ADECUADO
Aunque Shinca no desconoce que hay pacientes que llevan 30 años conviviendo con la diabetes sin presentar ninguna lesión en el pie, hay otros que no le toman el peso a lo que significa no cuidarse, aseverando que "la negligencia es la causa de todos los males en el pie diabético".
Fundamental, entonces, es enseñarles que quienes tienen diabetes pierden la sensibilidad en los pies, por lo que se lastiman y no se dan cuenta. Además, añade, "los diabéticos, frecuentemente tienen mala circulación sanguínea, por ende si se abre una herida no se cura, es porque no les llega sangre al pie". También hay que explicar, a propósito de las bajas temperaturas, que "no hay que utilizar bolsas de agua caliente (guateros) o poner los pies cerca del fuego, porque pueden producirse grandes daños, ni tampoco usar calcetines o medias sintéticas".
Desde allí, afirma que, sin dudas, el zapato adecuado es el mejor aliado a la hora de prevenir el pie diabético. "Al no tener sensibilidad en el pie, una rotura, una costura que se sale o un zapato apretado puede lastimarlo, y la persona no se da cuenta", menciona. Aunque a veces se indica zapato ortopédico, la doctora Nuri Shincha aclara que el zapato deportivo es muy bueno, "porque disminuye el impacto en la planta del pie entre un 30 y 50%, por lo que es fundamental que el paciente use ese tipo de calzado". La talla también debería ser una más grande, dice, porque a veces se utilizan plantillas, lo que le quita espacio al calzado.
AUTOCUIDADO
Niños y adultos con diabetes tienen las mismas posibilidades de padecer pie diabético, por lo que desde el momento en que se detecta la enfermedad, es importante hacer un examen clínico completo, porque los pies van a ser un problema. Así lo cree Violeta Hinojosa, ya que enfatiza que "los pies son muy importantes y uno los deja muy de lado: siempre están cubiertos, con humedad. Con la diabetes, además, se pierde fuerza, cambia la forma de los huesitos, de caminar y, además de perderse la sensibilidad, se reseca la piel y se producen grietas. Es tan grave porque en 5 minutos, por un descuido, se puede terminar en el quirófano, amputado. Y es más, con riesgo de vida".
El autocuidado es básico ante todas las patologías, sobre todo para evitar un pie diabético. Cortarse las uñas con mucho cuidado, mirarse todos los días con un espejo la planta de los pies son formas de cuidarse a sí mismos. Pero a eso, la médico fisiatra agrega que es importante que los pacientes asuman su responsabilidad y que las familias también, ya que "muchas veces juega en contra el hecho de que no acepten la enfermedad".
Todo va de la mano con el estilo de vida y desde allí deben comenzar los cambios. En ese sentido, la doctora Nuri Shincha agrega que "no se trata de asustar a los pacientes, pero sí de saber que la base de todo está en el buen control metabólico. La diabetes es solapada, durante diez años están bien, pero luego se acuerdan y están ciegos o tienen lesiones en el riñón, o están amputados. Todo es por el mal control metabólico y eso es lo que los pacientes deben tener en cuenta".